La lucha por el territorio se desató con una intensidad imparable entre los equipos Rojos y Azules, cada uno dispuesto a darlo todo por disfrutar de las comodidades de la Villa 360. La competencia fue tan feroz que se convirtió en una cuestión de resistencia, superación y estrategia. Al final, solo uno se alzó victorioso, pero el precio de la victoria fue más alto de lo esperado.