La Fiscal de Hierro sigue los pasos de SILVANA DURÁN, quien ha jurado dar captura al que supone es el responsable de la muerte de su padre; DIEGO TRUJILLO.
Para tal tarea, Silvana se vale de su astucia y llega hasta la Fiscalía, donde descubre que su padre le servía como intermediario a FRANCISCO MIRANDA, líder del cartel más importante de México.
Silvana comienza a trabajar como fiscal, donde conoce y se casa con ERNESTO GUARÍN, un prestigioso policía que sólo llega al final de su boda. El mismo Ernesto, antes de morir , preocupado por la seguridad de Silvana le asigna a un guarda espaldas JOAQUÍN MUÑÓZ, lo que jamás imaginaría es que entregándole a Joaquín la seguridad de Silvana, también le estaría entregando el corazón de la mujer que ama.
Silvana, después de no conseguir su objetivo, capturar al responsable de la muerte de su padre, se da cuenta que necesita más aliados. Así, comienza a apoyarse en su hermano menor ARGEMIRO DURÁN, un joven astuto y escurridizo, quien sabrá infiltrarse entre los grupos de delincuentes.
Argemiro llevará a Silvana hasta CANDELA MIRANDA, la única hija de Francisco Miranda, y la heredera del negocio, de la cual termina enamorado.
Silvana debe luchar contra sus propios sentimientos: Ella, aunque sigue enamorada, no sabe si confiar o no en Joaquín. Afuera en la calle, sigue latente la amenaza de Francisco, el mafioso que ha jurado venganza contra la familia Duran. Además, Argemiro, su hermano –enemigo a muerte de Miranda–cada día está más lejos de ella, en la acera contraria.
Silvana terminará, en contra de sus sentimientos filiales, colocando a su propio hermano en el banquillo de los acusados y colocando la justicia por encima de su propio amor.