Pedro y su compadre Agustín son albañiles; aunque son muy buenos, les dan muy poco trabajo. Un día, Pedro sufre un grave accidentge gracias a las deplorables condiciones de trabajo en las que se encontraba, tal incidente lo deja sin caminar. Su esposa, Mariana, es una muy buena trabajadora de obras también, pero se dedica a lavar y planchar ajeno. Cuando Pedro tiene el accidente, están a punto de divorciarse, pero ella encuentra las fuerzas para salir adelante, además de demostrarle a los hombres que puede hacer el mismo trabajo que ellos.