Ingredientes:
Para los chiles:
6 chiles poblanos (parecidos a los pimientos verdes)
Queso tipo panela (u otro queso de su preferencia)
5 huevos
Harina para rebozar
Para el caldillo de jitomate:
4 jitomates asados
1/4 de una cebolla
1 diente de ajo
3 cucharadas de pan molido
2 tazas de caldo de pollo
1 pizca de mejorana y tomillo
Aceitunas para decorar (opcionales)
Procedimiento:
El primer paso es quitarle la piel a los chiles. Para ello, se colocan los poblanos directos al fuego, ya que deben quedar de aspecto quemado por todos lados. Se colocan dentro de una bolsa de polietileno para que suden, por una media hora. Luego, con ayuda de un paño, se procede a rasparlos para retirarles la piel. Se termina este proceso bajo el chorro de agua y tallando con las manos delicadamente. Hacerles un corte longitudinal para extraer las semillas (bajo el chorro de agua). Escurrirlos y rellenarlos de queso. Reservar.
Elaboración del caldillo: Asar los jitomates (tomates) con el trozo de cebolla y el ajo. Licuar y colarlos. En una olla, colocar un chorrito de aceite y sazonar esta salsa por 10 minutos a fuego bajo. Agregar 3 cucharadas de pan molido, mezclar, agregar el caldo de pollo y hervir por 15 minutos a fuego medio/bajo revolviendo ocasionalmente. Reservar.
Para capear los chiles: Batir las claras a punto de nieve, agregar una a una las yemas y batir unos minutos más. Pasar los chiles ya rellenos de queso por la harina, luego por el huevo batido y freírlos en una sartén con aceite caliente. Voltearlos para freír de todos lados. Escurrir sobre papel de cocina. Sumergir los chiles ya capeados en el caldo de tomate, hervir dos minutos y servir bañado en la salsa.
Presentación:
Los chiles rellenos de queso se pueden decorar con aceitunas y servir con una guarnición de arroz y tortillas mexicanas. Ya sea en un día cualquiera de la semana, o en fechas especiales, los chiles rellenos siempre están presentes en las mesas mexicanas.