Ingredientes para 4 comensales:
360 gramos de arroz arborio o carnaroli
1’5 litros de fondo oscuro de cordero (aproximadamente)
1 cebolla de Figueras (o un puerro)
200 mililitros de vino blanco
Unos trozos de carne de cordero con el que se ha hecho el caldo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
80 gramos de queso parmesano
Procedimiento:
Mantén el caldo en caliente, así como la carne asada que extraigas del cordero con el que has hecho el fondo.
Pela y pica la cebolla, rehógala en una cazuela amplia con un poco de aceite de oliva. Cuando empiece a transparentar, incorpora el arroz que habrás lavado y escurrido previamente y sofríelo.
Cuando el arroz pierda el color blanco, incorpora el vino y deja que lo absorba. A continuación, empieza a incorporar el caldo vaso a vaso, no viertas el siguiente hasta que el primero haya sido absorbido por el arroz. Ve removiendo continuamente para obtener la textura cremosa del risotto y ese brillo que quita el sentido desde la primera impresión.
Cuando incorpores el último vaso de caldo, no esperes a que se consuma del todo y vierte el queso parmesano para mantecar el risotto. Mezcla bien e incorpora los trozos de carne de cordero. Si ya tiene la textura deseada, sirve enseguida o deja reposar un minuto si le queda todavía caldo.
Emplatado:
Sirve el risotto de cordero en platos hondos, decora con una ramita de romero que forma parte de los ingredientes que aromatizan el plato y espolvorea un poco más de queso para darle color si lo deseas.