Jorge confiesa que quería llorar cuando Silverio abandonó La Isla, ahora los naranjas disfrutan la preciada Playa Alta; Mientras que los verdes se quedaron con la temible Playa Baja comentando que es la peor de todas.
Jorge confiesa que quería llorar cuando Silverio abandonó La Isla, ahora los naranjas disfrutan la preciada Playa Alta; Mientras que los verdes se quedaron con la temible Playa Baja comentando que es la peor de todas.