Desde el inicio de los tiempos, la humanidad ha estado fascinada por el universo y su vastedad, con preguntas sin respuesta sobre nuestro lugar en el cosmos. En esta búsqueda por descubrir los misterios del universo, el telescopio James Webb ha sido uno de los mayores logros de la humanidad. Con una precisión y capacidad de observación sin precedentes, este telescopio ha permitido a los científicos explorar lugares del espacio profundo que anteriormente eran inaccesibles.
Recientemente, el telescopio James Webb ha hecho otro descubrimiento impresionante: ha encontrado el agujero negro más antiguo jamás descubierto. Este hallazgo no solo desafía nuestras comprensiones actuales de la formación del universo, sino que también nos ofrece una visión sin precedentes del pasado lejano del cosmos. Con cada nuevo descubrimiento, el telescopio James Webb nos muestra una vez más la belleza y el misterio del universo, recordándonos cuán pequeños somos en comparación con el vasto cosmos que nos rodea.
Así fue el descubrimiento:
Según los autores del informe, han descubierto un enorme objeto astronómico en el centro de una “galaxia bebé" llamada CEERS_1019. Este objeto es un agujero negro que tiene una masa 10 millones de veces mayor a la del Sol.
La galaxia se originó 570 millones de años después del inicio del Universo y este agujero negro es el primero que se ha encontrado a este corrimiento al rojo, es decir, en este punto en el tiempo tras el Big Bang. La autora principal del estudio, la astrofísica de la Universidad de Texas (EE. UU.) Rebecca Larson, informó a Live Science que aunque este es el primer agujero negro descubierto en este corrimiento al rojo, se espera que haya muchos más de ellos.
¿Cómo se forman los agujeros negros?
Aún no se comprende con claridad cómo se originan los agujeros negros en el Universo primitivo. Sin embargo, el reciente descubrimiento podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor cómo surgieron y cómo aceleraron su crecimiento durante el amanecer cósmico, un periodo que abarca unos 100 millones de años después del Big Bang. Según la astrofísica de la Universidad de Texas (EE. UU.) y autora principal del estudio, Rebecca Larson, “No sabíamos, y seguimos sin saber, cómo los agujeros negros de esas primeras galaxias llegaron a ser tan masivos tan temprano en el Universo”.
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