Los fans de la actriz Jennifer Aniston quedaron encantados cuando abrió su cuenta de Instagram, pues se había resistido a entrar de lleno en la era digital, tanto por lo mucho que protege su intimidad como por los riesgos que en su opinión, entrañan las redes sociales.
Desde que tiene Instagram, sus fotos y todo lo que comparte en la plataforma logra millones de 'likes', además de que no lo hace con frecuencia. También de cuando en cuando comenta las publicaciones de sus amigos y colegas. Pareciera que le entró de lleno al mundo digital, pero no es así.
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En su más reciente entrevista, le preguntaron a la actriz si ha considerado la posibilidad de abrir su cuenta de TikTok y su respuesta fue tajante: "No tengo TikTok, y nunca lo tendré. Simplemente no quiero. No me voy a suscribir a otra cosa que me arruinaría la vida, o la de otras personas", aseguró a Entertainment Tonight.
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Jennifer ya ha experimentado de primera mano algunos de los efectos más perniciosos del uso prolongado de las redes sociales. "Es que te atrapa y luego te das cuenta de que has malgastado horas de tu vida. A veces no puedo creerlo, cuando me veo inmersa en una espiral absoluta de vídeos de perritos, cachorritos, animales rescatados, bebés y gatos. Y esas son las cosas que me gustan...", ha contado.
Porque hay muchos contenidos que no sólo no le gustan, sino que considera peligrosos para la salud mental, sobre todo la de las nuevas generaciones. La actriz se refiere concretamente a esas publicaciones que tratan de proyectar una realidad tan idílica como artificiosa, que "promueve las comparaciones" y reafirma los cánones de belleza "menos realistas".
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"Creo que como sociedad no estamos diseñados para procesar toda esa información, a esa velocidad y con esa frecuencia. Creo que no es bueno para nosotros. No es sano", ha afirmado.
