El Gran Diluvio, la película coreana de Netflix , está conquistando a quienes ya la han visto, colocándose entre lo más popular de la semana. Su impacto no solo radica en la historia que plantea, sino, sobre todo, en su final. Y es que, aunque a lo largo del filme se dejan varias pistas para entender el desenlace, muchos espectadores se quedaron con dudas, especialmente sobre qué fue lo que realmente pasó con el niño Ja-in.
En la primera parte de la historia se muestra cómo los militares separan a An-na de su hijo, Ja-in. Ella es enviada al espacio por ser una investigadora clave, mientras que él se queda en la Tierra, ya que necesitan extraer información sobre su desarrollo: Ja-in es el primer humano sintético creado con Inteligencia Artificial (IA), la nueva generación de seres que poblará el planeta.
En ese sentido, el pequeño no muere realmente. Su “alma” y sus “conocimientos” son transferidos a una especie de servidor. Por eso, en escenas posteriores volvemos a verlo y, más importante aún, se revela la verdadera razón por la que se escondió desde el inicio en el armario de la azotea. A partir de ahí, el objetivo de An-na queda claro: encontrarlo y salvarlo.

Qué pasa al final de El Gran Diluvio
En el final de El Gran Diluvio se revela que, tras miles de intentos, An-na logra recuperar al niño y completar el proceso de emociones humanas que ella misma diseñó. Sale a la luz que experimentó consigo misma para fortalecer el lazo afectivo entre el niño sintético y ella como figura materna, completando así la fase definitiva en la creación de los nuevos seres humanos.
Qué significan las naves espaciales al final de la película coreana El Gran Diluvio
En las escenas finales de El Gran Diluvio aparecen naves o cápsulas que regresan a la Tierra, probablemente muchos años después de la catástrofe y del proceso de experimentación. Esta imagen sugiere que los humanos creados con IA están finalmente listos para repoblar el planeta y garantizar la supervivencia de la humanidad.
