“Es muy frágil”, “no tiene cuerpo de corredor”, es lo que decían de Christian McCaffrey cuando llegó a la NFL en el Draft de 2017. Él junto a Leonard Fournette y Dalvin Cook eran los tres corredores principales en esa clase que acabó siendo altamente productiva en cuanto a talento en esa posición. McCaffrey sin embargo, supo adaptar su físico hasta convertirse en una súper estrella de la liga y después empezó el calvario.
En 2020 solamente pudo jugar 3 partidos con 225 yardas por tierra. Fue una temporada sumamente extraña porque la forma en que el equipo de Carolina llevó su lesión fue muy poco ortodoxa. Se negaron a perderlo el resto de la temporada aunque era un secreto a voces y al final, terminó siendo ese el resultado. En la temporada después de haber recibido sus 64 millones de dólares de renovación, solo jugó 3 partidos y el plan se transformó en ponerse puesta a punto para 2021.
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Empezó bien CMC en la semana 1 y en la semana 2, pero en la 3 fue cuando se lastimó el tobillo y eso le provocó perderse las siguientes 8 semanas. Regresó en la 9 y superó las 100 yardas totales a pesar de que tuvo una carga limitada. Su rol empezó a mejorar hasta que en la semana 12 ante Miami Dolphins, sufrió una lesión en el tobillo que provocará que se pierda el resto de la temporada regular en el entendido que se necesitará prácticamente de un milagro para que Carolina avance a playoffs.
CMC y un camino de lesiones eterno
El problema con McCaffrey es que este podría ser el inicio de un camino lleno de lesiones del cual probablemente nunca alcance a recuperarse.
La vida útil de los corredores en la NFL actual es sumamente corta (Le’Veon Bell, Todd Gurley) McCaffrey ha tenido mucha carga de trabajo sus últimos años y parece que continuará el triste camino de todos aquellos corredores que antes de cruzar la barrera de los 28’s acumulan tantas lesiones que es prácticamente imposible que puedan seguir con sus carreras a buen nivel.
