El 2006 marcó el nacimiento de dos jugadores que a la postre se convirtieron en estrellas del futbol mexicano, coincidieron muy poco en las canchas, pero cuando se vieron las caras sacaron chispas.
Andrés Guardado y Guillermo Ochoa estaban destinados a Europa, el “Principito” de manera prematura emigró al “viejo continente”, en 2007 con el Deportivo la Coruña; mientras que Paco Memo se fue hasta 2009 al Ajaccio de Francia.
El Apertura 2006 en un lleno total en el estadio Jalisco, Guardado venció a Ochoa con dos cañonazos de fuera del área.
El primero, el portero del azulcrema alcanzó a tocar el esférico pero su estirada no fue suficiente para desviarlo.
En el segundo gol fue doloroso para ‘Paco Memo’, porque fue muy similar al anterior, la lanzada del arquero americanista fue en vano, pues Andrés con una zurda que enamoraba coloco el esférico en el centro de la portería azulcrema.
A pesar de contar con apenas 19 años, el “Principito” se convirtió en un máximo ídolo de los aficionados rojinegros, al marcar un par de soberbios goles y ser un jugador todo corazón en la cancha.
