La situación entre Lamar Jackson y los Ravnes es actualmente uno de los escándalos más grandes de la NFL. Esto, después de que la franquicia le otorgara la etiqueta no exclusiva de jugador franquicia a su quarterback, asunto por el que Jackson pidió de inmediato su traspaso a otro equipo.
Por ello, es que la noticia de la llegada del receptor, Odell Beckham Jr. a Baltimore, viene en un gran momento. Beckham firmó contrato por un año, con un contrato que asciende a los $18 millones de dólares, esto tras una temporada 2022 en la que no jugó un solo minuto debido a una lesión en los ligamentos cruzados.
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La gran pregunta obligada es ¿Estará OBJ listo para convertirse en el receptor número uno de Ravens?
Por lo menos, Lamar Jackson ya subió una publicación a su Instagram, festejando su llegada a la división norte de la conferencia americana. Asunto por el que los fanáticos se encuentran esperanzados de que el equipo pueda llegar a un acuerdo con Jackson y así asegurar su estancia en el equipo que lo drafteó en el año 2018.
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La estancia de Lamar en Ravens corre peligro
En este momento, Lamar tiene 3 opciones. Cambiar de actitud y jugar bajo la etiqueta de jugador franquicia esta temporada, decidir no jugar la campaña 2023 y buscar equipo para 2024, o lograr concretar la extensión con en equipo y olvidarse de toda esta polémica. Sin embargo Lamar tiene claras sus aspiraciones e intereses y en ese plano será muy difícil que la negociación llegue a buen puerto, ya veremos si la contratación de su gran amigo Beckham Jr. ayuda a que el quarterback se sienta más cómodo y con una mejor actitud este año.
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Hasta el momento ninguno de los otros 31 equipos de la liga, ha mostrado interés por el ex jugador de la universidad de Louisville, por ello es que Ravens sigue pensando en ser protagonista la próxima temporada, asunto por lo que tratarán de hacer lo posible para mantener a su quarterback con “ciertos incentivos”, que mejoren la relación entre equipo y jugador. Solo el tiempo dirá si las decisiones han sido las correctas.
