Calaveritas literarias: historia de la sátira dedicada a la muerte

Las calaveritas literarias tienen una historia relacionada con la crítica social y en ellas no debe faltar picardía e ironía para hablar de la muerte.

Escrito por: Fuerza Informativa Azteca
calaveritas-literarias-historia.jpg
| Reuters

Sátira, originalidad y muerte son los elementos esenciales que deben tener las calaveritas literarias, una expresión escrita que tiene una historia marcada por la crítica social y que muestra la creatividad de los mexicanos en el marco del Día de Muertos.

Las calaveritas, también conocidas como “panteones”, son una serie de versos rítmicos o epigramas, es decir, composiciones poéticas breves que expresan ideas ingeniosas, según la Casa Universitaria del Libro (Casul), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Lo que las hace destacar es que tienen como motivo principal la muerte vista desde la sátira, la picardía y la ironía. En los formatos actuales suelen ir publicadas y decoradas con imágenes caricaturescas de la persona o asunto al que se le dedican los versos”, añadió Casul.

¿Cuál es la historia de las calaveritas literarias?

Uno de los antecedentes de esta expresión propia del Día de Muertos se ubica en el texto “La portentosa vida de la muerte”, escrito en 1792 por el franciscano Fray Joaquín Bolaños, en el que se aborda “la estética de la muerte novohispana”.

En la obra de Bolaños se alterna lo solemne y lo chusco, lo trágico y lo cómico, lo terrible y lo grotesco, alrededor de una personificación de la muerte como un esqueleto que camina entre los vivos.

De acuerdo con Casul, la forma “coloquial y vulgarmente familiar” como Bolaños escribió sobre la muerte, sirvió para que el grabador José Guadalupe Posada ilustrara a “la flaca” y creara las bases para lo que actualmente conocemos como catrina.

calaveritas literarias
| Especial

Las calaveritas literarias como se conocen actualmente tuvieron sus primeras apariciones a mediados del siglo XIX, en periódicos como “El Socialista”, editado en Guadalajara, Jalisco.

La historia de estas expresiones escritas indica que a través de los versos irónicos y con picardía, sus autores hacían una crítica “a la alta sociedad”, reclamaban injusticias o buscaban un bien común, añadió Casul.

En 1947, cuando el muralista Diego Rivera rebautizó a la “calavera garbancera” de Posada como la catrina, esa figura vestida con una estola de plumas y prendas opulentas se convirtió en un “símbolo de la mexicanidad y el Día de Muertos”.

calaveritas literarias
| Museo Mural Diego Rivera

“La figura de la catrina se ha consolidado como acompañante regular de las calaveritas literarias que se solían publicar con regularidad en los medios impresos”, precisó la Casa Universitaria del Libro.

Actualmente, organizaciones estudiantiles, culturales y sociales involucran al público a través de convocatorias para escribir calaveritas literarias, con la intención de que esta sátira literaria en torno a la muerte no se pierda.

¡No te pierdas nuestro contenido, sigue a Fuerza Informativa Azteca en Google News!
Escrito por: Fuerza Informativa Azteca

Otras Noticias

×