¿Cómo la gentrificación cambió a la Santa María la Ribera? Antes y después de la colonia pionera en CDMX

Carolina Rocha se adentra en el corazón de la colonia Santa María la Ribera y la colonia Atlampa: ¿Cómo ha cambiado por la gentrificación, sus costos y seguridad?

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Por: Carolina Rocha, Carlos Alberto Pérez

La Santa María la Ribera, ubicada en el corazón de la Ciudad de México (CDMX), ha sido testigo de profundas transformaciones en las últimas décadas. De ser una colonia tradicional y pionera en la urbanización de la capital, ha pasado a ser un caso emblemático de gentrificación “a la mexicana”, con efectos notables en su tejido social, seguridad, costo de vida, iluminación y composición demográfica.

Originalmente, la colonia Santa María la Ribera fue concebida como una zona residencial de clase media y media-alta, caracterizada por sus casonas porfirianas, calles arboladas y una vida barrial sólida. Por muchos años, la colonia mantuvo una identidad propia, con comercios tradicionales, mercados, vida comunitaria y una población estable, en su mayoría de origen mexicano.

A la vez, esta no se entiende sin la colonia Atlampa a un costado, la cual era radicalmente opuesta. Inseguridad y marginación social eran las huellas distintivas; pero hoy, ambas lucen completamente distintas, por lo que el equipo de Hechos Sábado, encabezado por Carolina Rocha, recorrió las mismas calles y las contrastó con lo documentado hace más de 10 años.

Una vecindad escondida entre nuevos edificios en la colonia Santa María la Ribera, CDMX
Una vecindad escondida entre nuevos edificios en la colonia Santa María la Ribera, CDMX | FIA

Hacia finales del siglo XX, la colonia experimentó un proceso de despoblamiento y deterioro físico. Los sismos de 1985 dejaron predios baldíos y un número considerable de inmuebles abandonados, entre ellos muchas fábricas y muchos de ellos con valor patrimonial. La inseguridad y la falta de inversión pública acentuaron el abandono, expulsando a una parte de su población original y dejando la zona subutilizada.

El proceso de gentrificación: detonantes y consecuencias

La gentrificación en Santa María la Ribera comenzó a acelerarse en la última década, impulsada por su ubicación estratégica, cercanía con zonas de alto valor como Polanco, Anzures y la Roma, y la búsqueda de vivienda más accesible por parte de extranjeros y jóvenes profesionales.

El fenómeno se caracteriza por:

  • Reconstrucción y remodelación de inmuebles: Viejas casonas y edificios han sido rehabilitados para ofrecer departamentos modernos, muchos de ellos destinados a renta temporal a través de plataformas digitales
  • Cambio en el uso del suelo: El comercio y los servicios han ganado terreno, desplazando a negocios tradicionales y generando una oferta más orientada a las nuevas clases medias y residentes temporales.
  • Desplazamiento de población local: El aumento en los precios de renta ha provocado la salida de habitantes originales, especialmente familias y personas mayores, reemplazados por extranjeros y jóvenes con mayor poder adquisitivo.

Costo de la renta: un salto significativo

Uno de los cambios más evidentes es el incremento en el costo de la renta. Mientras que en 2020 el promedio era de 8 mil pesos mensuales, para mediados de 2021 subió a 10,750 pesos. Actualmente, no es raro encontrar departamentos actuales rondan los 20 mil pesos mensuales, especialmente aquellos remodelados o de mayor tamaño.

Uno de los cambios más radicales en la colonia Atlampa, continua a la Santa María la Ribera
Uno de los cambios más radicales en la colonia Atlampa, continua a la Santa María la Ribera | FIA

Este aumento ha sido impulsado por la llegada de extranjeros-principalmente estadounidenses y europeos-que buscan alternativas a zonas más caras como Polanco, lo que ha comenzado a desplazar a los residentes mexicanos de la zona.

Por otro lado, la llegada de residentes extranjeros ha transformado la dinámica social de la colonia. Muchos de estos nuevos habitantes ocupan departamentos de manera temporal y no suelen integrarse plenamente a la vida vecinal, lo que ha debilitado el sentido de comunidad tradicional.

El desplazamiento cultural y la ruptura con los espacios de origen son señalados por vecinos y comerciantes como una de las principales consecuencias negativas del proceso de gentrificación.

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