La diputada Margarita García, secretaria de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados y miembro del Partido del Trabajo (PT), pidió públicamente la renuncia de Alejandro Svarch Pérez, actual director general del IMSS Bienestar.
La solicitud surge ante la persistente incapacidad para resolver el desabasto de medicamentos, insumos y la grave mala infraestructura que afecta a hospitales en diversas entidades del país, algunos de los cuales han sufrido incluso filtraciones al grado de convertirse en “coladeras pluviales”.
Protestas y desabasto grave en hospitales
García subrayó que esta crisis en el sector salud ha provocado manifestaciones tanto del personal médico como de enfermería, quienes denuncian la falta del equipo y medicamentos necesarios para atender a la población.
En estados como Puebla y Oaxaca, los profesionales de la salud han salido a marchar, evidenciando el impacto directo que esta problemática tiene en el funcionamiento hospitalario y la calidad del servicio hacia los pacientes.
Críticas a la gestión y liderazgo de Alejandro Svarch
La legisladora no solo cuestionó la gestión actual de Svarch en el IMSS Bienestar, sino que también recordó su paso por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), donde, según ella, mostró “insensibilidad” y una negativa marcada a rendir cuentas o colaborar con las instancias legislativas. Margarita García fue enfática al exigir honestidad en el cargo.
“Le digo a Alejandro (Svarch): si no puede, pues que renuncie, y que deje el cargo, que sea honesto, es decir, ´no puedo con esta gran cargo´”, puntualizó la diputada.
Nepotismo y mala administración en hospitales
Otro punto relevante señalado por la diputada es el presunto amiguismo y nepotismo en la asignación de cargos directivos en hospitales afectados. Según explicó, se han designado a personas sin experiencia en temas de salud, muchas veces por lazos familiares con gobernantes locales, lo que ha provocado descontento y la salida de directores más capacitados.
Este tipo de prácticas, dijo, no son aceptables en un sector tan sensible como la medicina, donde el desconocimiento puede poner en riesgo vidas.