Cuernavaca, Mor., 19 Jul.- Entre las 33 zonas arqueológicas con las que cuenta el estado de Morelos, se encuentra Teopanzolco, poco conocida por los mexicanos, incluso por los morelenses, pero que tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, captó las miradas al dejar al descubierto un tesoro guardado en su interior.
“La población local considera que es parte de la ciudad y del paisaje urbano, curiosamente, y es una de las zonas más importantes del altiplano central y en Morelos la más importante, aunque es chiquita, por el tipo arquitectónico y la historia misma”, indica la arqueóloga encargada de la zona, Bárbara Konieczna.
La civilización Tlahuica fue la que se asentó en este lugar, el cual consta de una pirámide principal, con templos en honor a Tláloc y Huitzilopochtli, Dioses de la lluvia y la guerra; estructuras alrededor de la plaza y basamento atrás de la pirámide, todo característico del periodo Post Clásico Tardío (1200-1521 d.C), o al menos era la fecha determinada hasta hace algunos meses.
“El sismo dañó a tal grado la pirámide que antes de poder determinar que trabajo se tenía que hacer, se debía checar cómo se comportaba el núcleo, porque la pirámide se sumió de 30 a 40 centímetros y en la parte superior se hundió el piso”, platicó la antropóloga a Notimex.
Justo así, sepultado bajo la pirámide principal, se encontraron los restos de un templo similar, el cual los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sitúan entre 1100 y 1200 después de Cristo, con lo que el periodo de antigüedad de Teopanzolco retrocedió hasta 300 años, al situarse en el Postclásico Medio.