El Puente de La Concordia, uno de los más transitados de la Ciudad de México (CDMX), se ha convertido en un punto de preocupación para sus habitantes. A pesar de los señalamientos de la comunidad, las pipas de gas LP continúan circulando a altas velocidades, ignorando el Reglamento de Tránsito capitalino y poniendo en riesgo la seguridad de peatones y automovilistas.
Vecinos denuncian el constante paso de pipas de gas a exceso de velocidad en Pipa de la Concordia
La constante presencia de estas unidades pesadas, a menudo conduciendo con imprudencia, es una queja recurrente entre los vecinos. Otilio, un residente de la zona, expresa su inquietud: “Llevan mucha prisa, se van rebasando... Me imagino que hay muchos accidentes porque no tienen la suficiente habilidad o precaución para transitar por aquí y es un lugar muy transitado”.
Juan, otro vecino, confirma esta situación, señalando que las pipas, tanto de gas como de gasolina, provienen del lado de Pemex y transitan a gran velocidad por la zona.
🚨En Iztapalapa, vecinos del Distribuidor Vial La Concordia denuncian peligro por la circulación a alta velocidad de pipas de gas LP.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) September 15, 2025
Señalan falta de regulación, desniveles en la vía y proximidad de empresas gaseras a zonas habitadas.
Exigen aplicación de la ley y seguridad.… pic.twitter.com/uKzrlw5CwE
Incumplimiento del reglamento y falta de vigilancia
El Reglamento de Tránsito de la capital establece una velocidad máxima de 50 km/h en vías secundarias, una norma que, según los vecinos, las pipas ignoran por completo. La falta de presencia de autoridades de tránsito es otro factor que agrava el problema. “El reglamento ya existente se aplicará y sobre todo la corrupción”, comentó Rebeca, una vecina, quien destacó que en más de una hora no han visto a una sola unidad de tránsito en la zona.
Además del exceso de velocidad, los vecinos también advierten sobre la falta de señalización para reducir la velocidad y la ausencia de advertencias claras en el camino. Juan señala la necesidad de regular el paso y cuidar zonas específicas con desniveles, donde el riesgo de accidentes aumenta considerablemente.
La comunidad exige no solo una mayor vigilancia por parte de las autoridades, sino también un estricto cumplimiento de las normas por parte de las empresas de gas. Adriana, otra vecina, sugiere que las gaseras deberían estar ubicadas lejos de la ciudad, y que las compañías de transporte deben garantizar el mantenimiento de sus vehículos. “Las compañías tendrían que estar haciendo mantenimiento cada 6 meses, cada 3 meses”, concluyó.
La situación en el Puente de la Concordia es un reflejo de un problema que requiere la atención de las autoridades para evitar una tragedia como la que ocurrió el pasado miércoles 10 de septiembre.