¿Lo recuerdas? Fue la mañana del 11 de enero de 1967, cuando la Ciudad de México (CDMX) se pintó completamente de blanco por una intensa nevada; sin embargo, a pesar de las montañas de nieve que invadían a la capital del país, ese no ha sido el día más frío que se ha registrado.
El 11 de enero de 1967, la Ciudad de México amaneció con una densa nieve espontánea que alcanzó al menos 5 centímetros de espesor. La temperatura aquel 11 de enero llegó a los 4 grados bajo cero y aunque el calor blanco podía percibirse por todas las zonas emblemáticas de la capital del país, no, ese no fue el día más frío, ¿entonces cuándo?

Este fue el día más helado en la CDMX, ¿volverá a suceder?
De acuerdo con información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el día más frío en la Ciudad de México fue un sábado 16 de diciembre de 1972.
Aquel día es conocido como el sábado decembrino más helado porque las medidas de la estación del SMN localizada en La Venta Cuajimalpa, que está a 2,850 metros sobre el nivel del mar, alcanzaron los menos 10 grados bajo cero, es decir, con aquella temperatura los capitalinos se encontraban en riesgo de hipotermia por permanencia prolongada a la intemperie.
Curiosamente, y para sorpresa de muchos, el 16 de diciembre de 1972, la ciudad no presentó ninguna nevada, simplemente el clima helado era insoportable para la ciudadanía, ¿el culpable? Un evento de Norte de 252 kilómetros por hora, que causó estragos en varias zonas del país.

¿Cuáles han sido los días más fríos en la Ciudad de México?
Por increíble que parezca, la Ciudad de México sí ha registrado heladas más intensas que el día considerado como más frío de la historia de la capital, porque la estación del SMN de La Venta Cuajimalpa también captó las siguientes bajas años antes:
- -9 grados el 12 de enero de 1956
- -8 grados el 12 de enero de 1956
- -8 grados el 15 de diciembre de 1953
- -8 grados el 15 de diciembre de 1953
¿Entonces, por qué se conoce al 16 de diciembre de 1972 como el más frío de la historia? Algunos capitalinos indican que fue por la sensación térmica, ya que aquel día las heladas eran insoportables.