INAH investiga sitio arqueológico al pie de volcán Teuhtli en la CDMX

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) investiga el sitio arqueológico de Tizacalco, al pie del volcán Teuhtli, al sur de la Ciudad de México.

Se trata del Proyecto Arqueológico Tizacalco, que inició en 2019, y que se centra en el estudio de la zona nuclear de este sitio.

Comprende un área de de unos 250 mil metros cuadrados, con diversas áreas de terrazas agrícolas, las cuales todavía son utilizadas en nuestros días por los campesinos del pueblo de San Pedro Atocpan, de la alcaldía Milpa Alta.

Se han detectado vestigios desde el periodo Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.), hasta cerámica que posiblemente corresponde a la época virreinal temprana.

El Teuhtli, que significa “venerable señor” en náhuatl, es uno de los volcanes inactivos ubicados al sur de la Ciudad de México.

La lava y cenizas depositadas hace miles de años en sus alrededores, crearon terrenos naturales para el cultivo, incluyendo terrazas de uso agrícola, lo que atrajo asentamientos humanos que dejaron vestigios arqueológicos.

El Teuhtli o Teuctzin es un volcán del tipo hawaiano, con un diámetro mucho mayor a su altura, que alcanza los dos mil 710 metros sobre el nivel del mar. Además sirve como límite geográfico para las alcaldías Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco.

Según Luis Alberto Martos López, investigador de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, el volcán es sumamente venerado en la región, “ya que las personas suben todavía a él para colocar ofrendas y hacer peticiones de lluvia”.

Una de las fiestas es la del Día de la Santa Cruz, el 3 de mayo, cuando los pobladores acuden a venerar la cruz colocada en la cima.

El especialista, quien dirige el proyecto junto con su colega Rosalba Nieto Calleja, asegura que el sitio e investigación es muy vasto y se extiende por toda la ladera sur del Teuhtli.

Por el momento se ha realizado investigación documental, así como trabajos de topografía, fotogrametría, captura de imágenes y análisis de materiales en superficie, con lo cual se han identificado al menos siete conjuntos de estructuras en el área nuclear.

Destacan al menos 25 estructuras prehispánicas, que incluyen una plaza, lo que parece ser un conjunto palaciego, y un momoxtli o montículo posiblemente usado como altar, y que aún conserva sus escalinatas.

También se encuentra una construcción de piedras llamada tecórbito, parecida a un iglú pero hecho de piedras y que era común en la región.

Sobre este último, los expertos no han determinado su función, pues al contar con una cámara interna, podría ser un adoratorio, un temazcal o un almacén para herramientas de siembra.

Para edificar este sitio, los constructores utilizaron la técnica llamada piedra seca, que consiste en apilar las piedras sin utilizar argamasa o mortero para unirlas, valiéndose solamente del efecto de la gravedad.

Además del INAH, en la iniciativa participan la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México y autoridades de la alcaldía Milpa Alta, con la contribución de la comunidad y de la asociación civil “Calpulli Tecalco”.

Según Martos López, se trata de un caso de arqueología comunitaria, pues los pobladores colaboran en los recorridos, y han ofrecido su participación en las excavaciones y las restauraciones planteadas para algunas estructuras.

“Toda la comunidad se compenetra cada vez más con el sitio, eso es lo más alentador porque será la mejor forma de conservarlo”, agregó el especialista.

Algunos habitantes han reunido pequeñas colecciones de tepalcates y figurillas localizadas durante sus labores de arado, por lo que han sido invitados a registrarlas ante el INAH.

Las excavaciones estaban proyectadas desde 2020, pero se han pospuesto debido a la pandemia de Covid-19; la intención es iniciar el trabajo de campo en el segundo semestre de este año.