Tanto dentro como fuera de Estados Unidos hay reacciones en contra sobre el ataque perpetrado a Siria por la coalición EU, Francia y Reino Unido.
Donald Trump califica el operativo como exitoso mientras que decenas de legisladores de ambos partidos critican que el mandatario haya dado la orden sin la previa autorización del Congreso.
Paralelamente en ciudades como Los Angeles y Chicago hay protestas de la población estadounidense que se manifiestan en contra del ataque militar al país árabe.
La primera ministra británica Theresa May declaró que no había alternativa a la acción bélica mientras que Vladimir Putin, presidente de Rusia y aliado del mandatario Sirio Bashar al Assad, declaró que nuevos ataques occidentales a Siria pueden provocar caos en las relaciones internacionales.
El líder supremo de Irán también se pronunció en contra de la medida en contra su vecino y calificó a los mandatarios de Estados Unidos, Francia y Reino Unido como unos criminales.