Londres, Reino Unido.- La Ministra del Interior de Reino Unido, Amber Rudd, renunció a su cargo debido al escándalo denominado “Windrush” que develó el maltrato a los migrantes caribeños, de la generación del mismo nombre, que llegaron a ese país tras la Segunda Guerra Mundial y a los que se les niegan derechos básicos pese a que son residentes legales.
Este grupo de personas se conoce como la “generación Windrush” por el nombre del buque que trasladó de Jamaica a Londres al primer grupo de inmigrantes caribeños en 1948 con el fin de reconstruir al país tras la devastación que dejó la Segunda Guerra Mundial.
Hace solo una semana, la ministra Rudd se disculpó con los miles de residentes británicos-caribeños, que fueron catalogados erróneamente como inmigrantes ilegales.
Más de 140 miembros del Parlamento firmaron el pasado 16 de abril una carta dirigida a la primera ministra, Theresa May, instándola a resolver una anomalía que hace que se le nieguen servicios de salud, acceso a empleos, y en algunos casos hasta se amenace con deportar, a muchas personas que llegaron a Reino Unido entre 1948 y 1971, cuando eran niños.