Budapest.- A medida que el sol se levanta sobre Budapest, cientos de personas despliegan sus ‘mat’ de yoga en un puente sobre el Danubio, un lugar que se ha convertido en punto de encuentro urbano con picnics, conciertos y danza.

El Puente de la Libertad de Budapest, que data del sigloXIX, estará cerrado al tráfico durante cuatro semanas este verano boreal para convertirse en un espacio para que húngaros y turistas beban una copa de vino y se relajen.

“Hay una dinámica muy especial aquí", dijo Zita Demeter,profesora de yoga que dicta una de las clases de la mañana. “Lagente puede conectarse con el flujo del Danubio, la atmósfera deBudapest. Y el puente también es un símbolo del yoga porqueayuda a conectarse”.
Después que en el verano de 2016 los locales tomaron elpuente cuando estuvo cerrado durante días para una serie deobras temporales, una organización convenció al municipio deBudapest de cerrarlo al tráfico por unos días nuevamente el añopasado.

Esto resultó ser tan popular entre turistas y locales que elfestival del puente se ha convertido en un evento regular.
“Pensamos en un espacio público donde nada significaragastar dinero”, dijo Benjamin Peter, coordinador del proyecto."La gente puede traer lo que quiera consumir y compartir siquiere”, añadió.
A medida que pasan las horas la actividad en el puente setransforma. Unos amigos asan salchichas en una parrilla y desdemás lejos se escucha un concierto; en otro grupo la genteconversa y bebe copas de vino disfrutando la suave brisa quesopla desde el río