¿Has escuchado últimamente el término “justa medianía”? Ha sido un tema bastante comentado en las últimas semanas, sobre todo después de que la presidenta Claudia Sheinbaum lo mencionara citando a Benito Juárez.
Pero, ¿qué significa realmente eso y por qué mantiene a Morena en la polémica?
¿Qué significa vivir en la justa medianía?
La justa medianía, ese principio que Benito Juárez promovió hace más de un siglo, sigue siendo hoy una brújula ética fundamental para cualquier servidor público, o al menos eso debería ser. Es decir, vivir con dignidad, sin excesos ni derroches.
En esencia, la justa medianía implica austeridad, compromiso y el rechazo a privilegios o lujos que alejen a los gobernantes del pueblo.
Sin embargo, la experiencia reciente y, sobre todo, lo que muestran las redes sociales parecen contar otra historia. Mientras el gobierno actual proclama este principio como bandera, hay evidencias claras – y en algunos casos viralizadas – que exhiben a ciertos funcionarios haciendo todo lo contrario.
Justa medianía lleva a Morena a la contradicción
Ahora bien, este concepto se ha vuelto noticia porque ha salido a la luz que varios funcionarios morenistas – miembros del partido que se dice defensor de la austeridad – han sido vistos en viajes por ciudades y destinos que evocan la falta de moderación: Lisboa, Madrid, Capri, Ibiza, Tokio… lugares que poco tienen que ver con la imagen sobria que se espera de ellos.
Esto ha puesto en la mira una contradicción incómoda: mientras desde las instituciones se habla de humildad y compromiso, en la práctica hay quienes parecen olvidar esos valores y actuar con indulgencia. Y en un país donde la gente demanda transparencia y honestidad, estas imágenes y debates sobre la justa medianía generan desconfianza y cuestionamientos sobre la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Segio Gutiérrez Luna: El ejemplo de lo que no es la falsa medianía
Un ejemplo de lo que no es la falsa medianía, es Sergio Gutiérrez Luna, diputado de Morena, quien con ss vestimentas está lejos de la “austeridad republicana” que su partido pregona, él y su esposa —la también diputada Diana Karina Barreras— lucen un estilo de vida que no cabe ni con calzador en la llamada “justa medianía” juarista.
El periodista Jorge García Orozco analizó a detalle las fotos que la pareja publica en redes y encontró que, más que un álbum familiar, parecen un catálogo de marcas de lujo. Chamarras de diseñador, lentes de miles de pesos, relojes que valen más que un coche compacto… todo ello pagado con un sueldo de legislador que, en teoría, debería dar para vivir con sencillez.