La tensión militar entre Moscú y Occidente ha escalado a un nuevo nivel. Este viernes, el presidente Vladímir Putin anunció que Rusia no solo ha comenzado la producción en serie de su misil hipersónico más reciente, el “Oreshnik”, sino que este ya ha entrado en servicio y será desplegado en Belarús (Bielorrusia) antes de que finalice el año.
La declaración, realizada junto a su homólogo bielorruso Alexandr Lukashenko, sitúa un arma de capacidades devastadoras, descrita por el propio Putin como “casi nuclear”.
Oreshnik: un arma de “destrucción casi nuclear”
El misil Oreshnik (avellano, en ruso) es la nueva joya del arsenal hipersónico del Kremlin, un arma que rompe con los tratados de la era soviética abandonados en 2019. Con un rango de hasta 5.500 kilómetros, tiene la capacidad de alcanzar cualquier capital europea. Su primera prueba de fuego ocurrió en noviembre de 2024, cuando fue utilizado contra una fábrica en Dnipro, Ucrania.
Según Putin, sus múltiples ojivas alcanzan velocidades de hasta Mach 10 (equivale a superar 10 veces la velocidad del sonido), haciéndolo inmune a cualquier sistema de defensa antimisiles existente. La afirmación más alarmante del mandatario ruso es que un ataque coordinado con varios Oreshnik equipados con cabezas convencionales podría generar una devastación comparable a la de un ataque nuclear.
🇷🇺🇧🇾“Ya han entrado en servicio”: Putin anuncia la producción en serie del complejo de misiles Oreshnik
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 1, 2025
Los armeros rusos han comenzado la producción en serie de misiles balísticos Oreshnik, y la cuestión del emplazamiento de este complejo de misiles en el territorio de… pic.twitter.com/qRFKdjMRZ3
Esta capacidad, unida a la opción de portar ojivas nucleares, lo convierte en una herramienta de disuasión y amenaza de primer orden.
Belarús como plataforma de lanzamiento del kremlin
La elección de Belarús como base de operaciones no es casual. El régimen de Alexandr Lukashenko, cada vez más dependiente de Moscú, ha cedido su territorio para convertirlo en una plataforma de lanzamiento estratégica para las fuerzas rusas.
Esta nueva instalación de misiles se suma a las armas nucleares tácticas que Rusia ya había colocado allí. Todo esto se respalda en un nuevo acuerdo de seguridad que, en la práctica, significa que Rusia ahora protegería a Belarús con su arsenal nuclear. La nueva política de defensa del Kremlin, aprobada por Putin, hace más fácil el uso de estas armas, al permitir una respuesta nuclear incluso si Belarús es atacado con armas convencionales y no atómicas.
El despliegue del Oreshnik en este territorio es, por tanto, la materialización de esa nueva doctrina.
Con la producción en serie iniciada y los sitios de lanzamiento ya seleccionados a las puertas de la OTAN, el “Oreshnik” ha dejado de ser un arma experimental. Ahora es una amenaza tangible.
Russian President Vladimir Putin said three sessions of peace talks with Ukraine had yielded some positive results, and Russia was expecting negotiations to continue, without signaling a shift in stance or referring to Trump's tariff deadline https://t.co/aX1YrkRJbz pic.twitter.com/TGXvJSx232
— Reuters (@Reuters) August 1, 2025