Al solicitar una tarjeta de crédito, un préstamo hipotecario o algún otro servicio de un banco, es posible que tengamos muerdo por la frase de “estar en el Buró de Crédito”, gracias al desconocimiento de esta instancia.
Y en no pocas ocasiones, el mito de que alguien “esté en buró” o que lo “hayan mandado al buró” es relacionado con una mala situación financiera, a deudas impagables, o a ser un moroso que se niega a pagar un préstamo. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
¿Qué es el Buró de Crédito?
El Buró de Crédito formalmente es una Sociedad de Información Crediticia con registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Es una empresa privada diseñada para recibir información de las personas que reciben préstamos, la cual registran para formar el historial crediticio, destaca la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Con otros factores como la edad o el nivel de ingresos, estas sociedades de evaluación ponderan a las personas físicas, es decir, a los individuos, o a las personas morales, como las empresas, para saber si son buenos o malos pagadores de préstamos.
Bancos y otras entidades financieras usan la información del Buró de Crédito para determinar si una persona o una compañía que solicite un préstamo podrá pagarlo, si ha liquidado o aún tiene deudas anteriores.
¿Por qué razones te mandan al buró de crédito?
Las Sociedades de Información Crediticia, como el Buró de Crédito, registran la información de las personas cuando solicitan algún préstamo bancario. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores enlista algunas razones para estar en dichos registros cuando las personas cuentan o han tenido alguna vez:
- Tarjeta de Crédito.
- Tarjeta de servicios
- Crédito automotriz.
- Crédito hipotecario.
- Servicio de telefonía celular o de telecomunicaciones.
¿Cómo se puede salir del buró de crédito?
Como ya mencionamos, estar en el Buró de Crédito no es malo, ya que si las personas son cumplidas con los pagos de sus préstamos, esto se refleja en un buen historial crediticio. Sin embargo, los registros de deudas son eliminados en un lapso determinado.
Los artículos 23 y 24 de la Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia establecen los plazos para eliminar los registros de deudas.
Las sociedades como el Buró de Crédito deberán conservar los historiales crediticios de cualquier persona física o moral durante un plazo de 72 meses, es decir, seis años. Después de ese lapso, las deudas pagadas podrán ser eliminadas del registro, de acuerdo con el párrafo tres del artículo 23 de la mencionada ley.
