Durante el fin de semana, autoridades de Lima, Perú comenzaron a derribar el llamado “muro de la vergüenza”, hecho con piedras, cemento y alambre de púas para dividir dos zonas muy contrastantes en la capital del país.
Un Tribunal Constitucional aprobó que el muro fuera derribado, después de cuatro años de una batalla legal entre las partes que viven en cada lado, por lo que la pared comenzó a ser retirada.
¿Qué es el “muro de la vergüenza”?
“El muro de la vergüenza” es una barda extensa que divide dos vecindarios totalmente opuestos. De un lado viven personas en condiciones infrahumanas y sin servicios básicos; mientras que del otro lado de esa frontera, hay casas de lujo, algunas con piscinas.
🇵🇪 | PERÚ: Comienzan a derrumbar el ‘Muro de la vergüenza’ que divide a los ricos de los pobres en Lima, Perú.
— Alerta Mundial (@AlertaMundial2) September 2, 2023
Tras cuatro décadas separando a ricos y pobres un cerro en la capital de Perú, una columna de piedras y cemento conocida como el “muro de la vergüenza” comenzó a ser… pic.twitter.com/2M3JA3C9Pq
Mientras en uno de los barrios viven en medio de la tierra, del otro lado las vías están asfaltadas, llenas de lujo. El “muro de la vergüenza” deja al descubierto las grandes desigualdades en Perú.
¿Por qué fue construido el muro de la vergüenza?
Esta barrera fue construida en la década de los 80 por los mismos residentes de La Molina, supuestamente por preocupaciones de seguridad, debido a una ola de invasiones y actos terroristas por parte del grupo Sendero Luminoso.
Sin embargo, años más tarde el muro se extendió más, alcanzando 4.5 kilómetros de largo y tres metros de altura, separando a los habitantes de La Molina de los de Villa María del Triunfo.
Durante muchos años, el muro fue criticado a nivel mundial por representar una brecha entre las clases ricas y pobres, lo mismo que acusan los habitantes de la zona más humilde.
Finalmente, a finales del 2022, el Tribunal Constitucional ordenó el derribo del “muro de la vergüenza” por ser “un atentado a la libertad de tránsito”, aunque desde entonces, los habitantes de La Molina habían tratado de retrasar la orden.
Varios grupos de derechos humanos celebraron la eliminación de esta barrera que “perjudica la dignidad de los vecinos, es una división de frontera a frontera que no debería existir y que separa dos grupos o sectores sociales”.