¿Por qué te molesta tanto el ruido al comer? Las causas de la misofonía

¡Sonidos cotidianos que se convierten en tortura! Si has experimentado ira, asco o pánico al escuchar gente masticar con la boca abierta, podrías padecer misofonía.

Escrito por: Pilar Espinoza

Masticar, sorber, respirar: Los sonidos que desatan la furia en la misofonía
Masticar, sorber, respirar: Los sonidos que desatan la furia en la misofonía | Unsplash

¿Te ha pasado algo similar? Estás disfrutando de una tranquila comida en familia. De repente, un sonido te saca de quicio: el ruido de alguien masticando con la boca abierta. La irritación te invade a tal nivel que no puedes continuar con tus actividades. Si has sentido algo similar, es muy probable que padezcas misofonía , un trastorno que sufre el 20% de la población.

Más allá de ser un simple dolor de cabeza, la misofonía puede desencadenar reacciones emocionales y fisiológicas extremas, como ira, ansiedad, asco e incluso ataques de pánico, ¿qué es y por qué algunos son más susceptibles? Esto es lo que debes conocer.

¿Cómo saber si sufro misofonía?

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la misofonía se define como un trastorno sensorial que se caracteriza por una reacción emocional y fisiológica excesiva ante ciertos sonidos cotidianos, como masticar, sorber, respirar fuerte, teclear o incluso a algunos ronquidos.

La misofonía es un trastorno que afecta, en mayor o menor grado, a un 20% de la población y afecta significativamente al 6% en su vida diaria. Si experimentas con frecuencia alguna de las siguientes situaciones, es muy probable que padezcas este problema:

  • Sientes una ira intensa, asco o incluso pánico al escuchar sonidos como personas masticando con la boca abierta, sorbetes a bebidas, chasqueo de dedos o tecleados fuertes.
  • Los sonidos desencadenantes te provocan malestar físico, como sudoración, taquicardia o náuseas.
  • Evitas situaciones sociales o lugares públicos por miedo a exponerte a sonidos muy altos.
  • Tus relaciones personales o tu vida laboral se ven afectadas por la reacción a este tipo de ruidos.

¿Cómo curar la sensibilidad al ruido?

La Facultad de Medicina y el Instituto de Neurociencias de la UNAM han identificado diversos factores que podrían contribuir al desarrollo de la misofonía, incluyendo:

  • Predisposición genética.
  • Sensibilización auditiva.
  • Experiencias negativas como una reacción a eventos traumáticos o experiencias asociadas a sonidos desagradables.
  • Factores psicológicos, relacionados con condiciones como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o la ansiedad.

Aunque es importante destacar que no existe un tratamiento definitivo para la misofonía, sí hay diversas estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Si tú o alguien que conoces cree que vive con este malestar, lo más recomendable es acudir con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado.

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