Niños de primaria toman sus clases afuera de las aulas por el intenso calor en Ciudad Juárez; no tienen luz
Ante la falta de luz para encender los aires acondicionados, las maestras no tienen más remedio que impartir sus clases al aire libre por el intenso calor.
En una lucha contra el calor y la falta de atención, los niños de la Escuela Primaria Primero de Mayo, en la colonia Obrera, Ciudad Juárez, se ven obligados a tomar sus clases bajo el ardiente sol. La escuela lleva casi 500 días sin electricidad, y las altas temperaturas, que superan los 35 grados, hacen que las aulas sean insoportables.
“Se escuchan los quejidos de los niños,” comenta una maestra con resignación. “Se quejan por el calor, pero, pues ni modo,” agrega.
Ante la falta de luz para encender los aires acondicionados, las maestras no tienen más remedio que impartir sus clases al aire libre. Con mochilas, botes de agua y hasta comida sobre la banqueta, improvisan un salón de clases bajo la sombra de algunos árboles.
Sangrado nasal y dolores de cabeza, consecuencias en los niños por el calor
“Es un trabajo muy pesado,” explica otra maestra. “Pero aquí estamos, dando lo mejor para nuestros niños.” Los pequeños, sin embargo, no son ajenos a la situación. A menudo llegan a clase con dolores de cabeza, estomacales e incluso sangrados nasales , producto del calor sofocante.
“Hace muchísimo calor en los salones,” dice una madre de familia. Y los niños no aguantan. Es preocupante que tengan que estudiar en estas condiciones.
La comunidad escolar ha realizado diversas protestas para exigir que se solucione el problema de la falta de electricidad. Incluso han recurrido a la huelga, pero hasta ahora sus súplicas no han sido escuchadas.
Aseguraron que les resolverían el problema de la falta de luz en la escuela
Un contratista llegó hace unos días asegurando que el problema se resolvería para el miércoles. Afirmó que se trataba de un error de papeleo y que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se presentaría para reconectar la luz.
Sin embargo, las familias y docentes no se hacen ilusiones. Han escuchado promesas vacías antes y solo les queda esperar bajo el sol , con la esperanza de que esta vez sí se cumpla lo que se les dice.
La Escuela Primero de Mayo muestra la dura realidad que enfrentan muchas escuelas públicas en México. La falta de recursos y la burocracia desmedida condenan a miles de niños a estudiar en condiciones precarias, poniendo en riesgo su salud y su bienestar.
Están a la espera de que las autoridades tomen cartas en el asunto y garanticen que todos los niños tengan acceso a una educación digna, en espacios seguros y adecuados.