El tiroteo más mortal en Nueva York en los últimos doce años sacudió a la ciudad el pasado 28 de julio de 2025, cuando un hombre armado irrumpió en un rascacielos de Manhattan, dejando un saldo trágico de cuatro personas muertas, incluido un oficial de policía que acudió al lugar, y luego se suicidó. La investigación sigue abierta, pero ya se revelaron detalles que perfilan este ataque como uno dirigido específicamente contra la NFL, la liga profesional de futbol americano de Estados Unidos.
¿Quién era el tirador de Manhattan y cuál fue su objetivo?
El responsable fue identificado como Shane Devon Tamura, un exjugador de futbol americano con antecedentes de múltiples evaluaciones psiquiátricas y diagnóstico confirmado de encefalopatía traumática crónica (CTE), una enfermedad cerebral degenerativa asociada a golpes repetidos en la cabeza.
Según la primera línea de investigación, Tamura tenía un objetivo claro: las oficinas de la NFL, ubicadas en el edificio donde ocurrió el ataque. Autoridades indican que el atacante no eligió el lugar al azar. Como explicó Kenneth Corey, expolicía de Nueva York: “No estaba allí buscando matar gente al azar. Podría haberlo hecho en las calles del centro de Manhattan con ese rifle y haber cobrado muchas más vidas.”
El tiroteo inició en la tarde del lunes y duró pocos minutos, pero fue suficiente para que Tamura disparara contra cuatro personas. Las víctimas fueron dos hombres y dos mujeres, incluyendo al oficial Islam, cuya muerte generó una fuerte reacción entre compañeros y autoridades, especialmente por el hecho de que tenía una esposa embarazada y dos hijos pequeños.
El mensaje final del atacante de Manhattan
Previo al ataque, Tamura dejó una nota en la que pedía que su cerebro fuera examinado después de su muerte, buscando evidencias de que su enfermedad mental había sido causada por los golpes sufridos durante su carrera deportiva. Esta petición refuerza la teoría de que su actuar fue una forma de “mensaje” para que se investigue más a fondo la relación entre el deporte y la CTE.
Armas y planificación del ataque en Nueva York
Tamura utilizó un rifle AR-15 durante el ataque, pero al revisar su vehículo, las autoridades encontraron otra arma cargada y más municiones, lo que indica que el ataque fue planificado cuidadosamente. No parece tratarse de un acto impulsivo.
El exsubdirector del FBI, Andrew McCabe, fue contundente al afirmar: “Este es un tipo que entró en ese edificio sabiendo, con la intención de matar a alguien y probablemente sabiendo que no iba a salir con vida.”
Investigación se traslada a Las Vegas
Tamura vivía en Las Vegas, y fue allí donde un grupo de investigadores viajó tras el tiroteo para registrar su residencia, revisar dispositivos electrónicos y encontrar cualquier evidencia adicional sobre sus motivos y conexiones.
Aunque el presidente Donald Trump, en su segundo mandato, no ha emitido una declaración directa, se espera una respuesta en las próximas horas ante la presión pública por la violencia armada en el país.
Un dolor que sacude a Nueva York
El impacto emocional de esta tragedia se reflejó en la ceremonia donde los restos del oficial Islam fueron escoltados por decenas de agentes. “Cargaban toneladas de dolor sobre sus hombros”, describieron medios locales. Para muchos en Nueva York, esta escena simbolizó el luto colectivo por una tragedia que pudo evitarse.
Este tiroteo reaviva el debate sobre la salud mental, el acceso a armas, y la responsabilidad de organizaciones como la NFL frente a las consecuencias médicas que enfrentan sus jugadores tras años de impactos físicos extremos.