El amor romántico está desapareciendo, pues cada vez es menos la gente que quiere seguir practicándolo en sus relaciones, lo que causa sensaciones encontradas en muchas personas. Algunos anhelan los hábitos de romance y conquista que eran tradicionales, mientras que otros ven esta desaparición como una oportunidad para renovar hábitos que perjudican la libertad y el respeto.
Ahora bien, es innegable que nuestra percepción del amor está influenciada por referencias externas que no siempre coinciden con nuestras propias experiencias. Esto genera un choque entre expectativas y realidad que a muchos ha afectado. ¿Quién ha vivido esa fantasía romántica vendida en películas y canciones de amor?
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¿A qué se le llama amor romántico?
El amor romántico defiende la idea de que amar de verdad implica soportar todo tipo de situaciones para mantener una relación. Aunque es cierto que una relación comprometida requiere esfuerzo, la perspectiva extrema puede llevar a soportar violencia con tal de no separarse. En el amor romántico se cree que uno debe apoyar a su pareja siempre, incluso si no considera sus propias necesidades, o perdonar todo, incluso si sobrepasa límites personales.
Hace algunos años, esta era la forma común de relacionarse. Las generaciones anteriores mantuvieron vínculos por años, a veces soportando maltrato o situaciones no deseadas, como infidelidades con tal de no separarse. Estas prácticas estaban influenciadas por ideales conservadores y roles de género, con la sumisión femenina como tendencia.
¿Por qué el amor romántico es negativo?
Hoy en día, los roles de género están siendo cuestionados, y hay más diversidad en las manifestaciones culturales y formas de relacionarse. En este sentido, el amor romántico parece obsoleto para muchos ya que nadie quiere sacrificarse completamente por un sentimiento. La independencia económica y emocional hace difícil aceptar la dependencia ajena; además, la idea de que el amor justifica el sufrimiento es cada vez menos aceptada, pues se reconoce que puede llevar a formas de violencia.
El tiempo a solas o con amigos es más valorado, y la idea de pasar todo el tiempo con una pareja está en decadencia. La exclusividad y posesión también se cuestionan, ya que muchas personas no ven su practicidad ni su efecto real en el amor. Entre estos cambios, los mitos del amor romántico, como “el amor todo lo puede” o “los celos son una forma de amor”, están siendo desmantelados.
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