FOTOS | Ana Araujo recordó el día que llevó a sus hijos a ver a su ex Pablo Lyle a la cárcel
La influencer aclaró su situación sentimental y la relación que ahora lleva con el padre de sus hijos. Todos los detalles en las fotos.
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Fue el 31 de marzo de 2019 cuando el actor Pablo Lyle se involucró en un incidente vial en las calles de Florida, Estados Unidos, altercado que cambió su vida para siempre.

El intérprete está cumpliendo una sentencia de cinco años de cárcel y ocho meses de libertad condicional debido a que causó la muerte involuntaria de Hernández a causa de un golpe.

Desde hace más de un año el actor mexicano fue hallado culpable de homicidio involuntario en Florida y está cumpliendo su condena en dicho estado.

Esta situación ha representado una batalla muy difícil para su exesposa, Ana Araujo, con quien tiene dos hijos: Aranza y Mauro.

Ana abrió su corazón en el podcast de Aislinn Derbez, donde reveló cómo ha tenido que superar lo vivido en los últimos años y cómo se sintió cuando llevó a sus hijos a visitar a Lyle en la cárcel.

“Uno de los momentos más dolorosos para mí fue el tema del juicio”, reveló Araujo ante Aislinn.

Además, señaló que sus hijos tenían la esperanza de que, una vez que concluyera dicho proceso, su papá podría regresar a casa con ellos.

“Obviamente los hijos tenían una idea, ellos siempre piensan en positivo, ¿no?. Entonces, era: ‘Ay, ya por fin se va a acabar y papi ya va a regresar’”.

“Me acuerdo mucho de ese día. A mí, lo primero que pensé cuando dijeron ‘Culpable’ fue: ‘Tengo que darles esta información a mis hijos llegando a casa’”, añadió.

La influencer de 35 años confesó en el podcast ‘La Magia del Caos” de Derbez, que se sintió culpable la primera vez que llevó a sus hijos a visitar a su papá en prisión.

“La primera vez que lo vieron fue muy fuerte. A Mauro le dio temperatura ahí sentado, se sintió mal, no pudo; son muchas emociones”.

Sin embargo, también reconoció que las visitas que hacen ahora son mucho más tranquilas.

“Obviamente había una parte de culpa que hablamos Pablo y yo. ‘Es nuestra responsabilidad esto que acaba de pasar. Nosotros decidimos traerlos aquí’”, dijo Ana.

La empresaria también habló sobre su separación, pues aseguró que el incidente coincidió con el declive de su matrimonio.

“Para mí fue un parteaguas muy importante, porque Pablo y yo ya estábamos en proceso de divorcio cuando todo esto sucedió”.

“A mí sí me agarra muy desprevenida, porque no tenía nada planeado”, se sinceró.

“Ya habían pasado situaciones en nuestra pareja que ya nos había llevado, sobre todo a mí, a tomar esta decisión, fueron situaciones con las que yo ya estoy bien tranquila y bien en paz, por cualquier cosa que se pueda decir al respecto, ya la sanamos”.

A pesar de que ya habían tomado la decisión de separarse, cuando ocurrió la tragedia, ella asumió el papel público de esposa, situación que le generó un gran conflicto porque se expuso ante la prensa y el escrutinio público.

“Estábamos empezando ese proceso y cuando sucede todo esto, para mí sí fue como: ‘Dios, ¿qué hago?’”.

“Pero la verdad es que, al verlo tan tocado a él, no había manera que yo quisiera seguir con ese proceso, entonces dije ‘olvídate ahorita de esto, vamos a ver primero lo tuyo”’.

Araujo confesó que vivió momentos muy difíciles, pues tuvo que hacerse cargo del hogar económicamente: “En mí sí hubo un quiebre (...) a mí el hacerme responsable de mi casa me costó demasiado”.

La influencer y empresaria hoy en día vive en Mazatlán con sus hijos, quienes eran muy pequeños cuando pasó la tragedia, pues Mauro tenía apenas 4 años y Aranza 8.

“Pasaron un proceso de enojo muy profundo”, confesó Ana sobre los niños, quienes van a terapia para enfrentar lo sucedido y la ausencia de su padre.

Araujo, quien también fue locutora de radio, no terminó su carrera en comunicación tras salir embarazada a los 21 años, pero tras casarse con el actor, ya no se vio en la necesidad de trabajar y pudo dedicarse de lleno en su papel como mamá.

“Estuve casada con Pablo muchos años, vivimos en Ciudad de México un tiempo y tengo dos hijos: una hija que yo cuando me casé con Pablo ya tenía dos años y él la adoptó como su hija, y luego ya vino Mauro (hijo de ambos)”.