Creció bajo el yugo de su tiránico padre Sadullah, lo que la hizo introvertida, tímida, reservada, pero de un gran corazón. Debido a una enfermedad que tenía cuando era niña, quedó marcada con una lesión en su pierna, que mermará su seguridad y confianza en ella misma. Por esta razón, ningún hombre se ha interesado en ella. Küdra cae fácilmente en la trampa de Yigit, quien la seduce para vengarse de su padre. Encontrará consuelo en Emir con quien poco a poco surgirá el amor.
