Julio consiguió todo lo que quería a temprana edad y de un solo golpe: la misma noche que se convirtió en Campeón del Mundo, también hizo a Amalia su mujer. Después de eso no quedaba más que seguir subiendo y subió, pero como las moscas con la miel, todo tipo de personajes lo fueron rodeando hasta consumirlo. Julio se perdió en el camino y tuvo que tocar fondo para poder reencontrar al hombre que siempre fue y que pasó muchos años oculto bajo la piel del Campeón.



