Cuando llega diciembre, hay lugares que cambian de piel y se convierten en cuentos iluminados. Uno de esos sitios especiales es Tlalpujahua de Rayón, en Michoacán: un Pueblo Mágico donde la Navidad no espera.
En cada calle, en cada lámpara, se siente un aire festivo que mezcla tradición, artesanía y ese brillo que solo tienen las noches decembrinas. La inteligencia artificial (IA) de ChatGPT lo ha seleccionado entre los rincones más encantadores para vivir la Navidad en México.

¿Por qué el Pueblo Mágico de Tlalpujahua es ideal para pasar Navidad de noche?
Al caer la tarde, Tlalpujahua se viste de fiesta: miles de esferas artesanales iluminan las fachadas, y los talleres de vidrio soplado le dan vida a adornos que se convierten en protagonistas de la temporada.
De acuerdo a informes locales, la famosa Feria de la Esfera atrae a miles de visitantes que pasean entre luces, fachadas coloniales y el aroma a ponche caliente.
Las plazas empedradas y las ventanas con luz cálida parecen sacadas de un guión navideño improvisado, donde cada familia y cada pareja encuentran su rincón luminoso.
¿Qué hacer en Tlalpujahua para disfrutar la noche navideña?
La experiencia comienza al caer el sol. Puedes caminar por la calle principal entre las bancas y los puestos de artesanía, detenerte por un buen taco de romeritos o un ponche con canela mientras las luces se reflejan en tus ojos.
Visita los talleres de esferas de vidrio, donde verás cómo el artesano da forma al fuego y al soplo, creando piezas que luego cuelgan en los árboles del pueblo y en casas de todo México.

Si te animas, sube a la mina de “Las Dos Estrellas” y observa el pueblo iluminado desde la altura: las luces parecen estrellas flotando entre montañas.
Para cerrar, quédate en una posada con gaitas o villancicos, deja que el encanto del lugar te lleve y verás que la noche se vuelve memorable.
¿Cómo llegar a Tlalpujahua y cuándo ir para ver su magia nocturna?
Llegar a Tlalpujahua es sencillo desde la ciudad de Morelia o desde Toluca si prefieres un trayecto más largo. Tomando la carretera hasta el Pueblo Mágico, llegarás justo cuando el cielo empieza a oscurecer y las luces comienzan a apagarse… o más bien, a encenderse.
El mejor momento es entre noviembre y principios de enero: la Feria de la Esfera y las decoraciones navideñas se viven a plenitud. Lleva gorro o bufanda ligera: aunque no haga frío extremo, la brisa nocturna en la montaña se siente.














