En Nayarit hay un rincón que parece inventado para los enamorados. No está a simple vista, ni tiene letreros, pero cuando lo ves entiendes por qué la inteligencia artificial (IA) la llamó la playa más romántica de México. Se trata de Playa Escondida, un sitio que parece salido de una historia de amor.
Está dentro de una cueva, en medio del mar, y solo se puede llegar nadando. Desde arriba se ve como un enorme círculo verde azulado, y al entrar, la luz del sol cae justo sobre la arena, como si alguien hubiera puesto un foco perfecto para una escena de película.
La Secretaría de Turismo explica que forma parte de las Islas Marietas, una reserva natural protegida frente a Punta de Mita. Por eso solo dejan pasar a un número reducido de personas cada día. Es su manera de mantenerlo limpio, tranquilo y sin ruido, como un secreto que pocos conocen.
Cómo llegar a Playa Escondida, Nayarit
Para conocerla hay que llegar primero a Punta de Mita o Sayulita, dos puntos muy visitados de la Riviera Nayarit. Desde ahí salen las lanchas que te llevan a las Marietas, y el recorrido dura menos de media hora.

El último tramo es lo mejor: no se puede entrar directo en la lancha. Hay que nadar por un túnel natural hasta llegar a la playa interior. Es obligatorio usar chaleco salvavidas y seguir las indicaciones del guía, porque el lugar está completamente rodeado por roca.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), todo esto se hace para proteger la fauna del lugar. Si tienes suerte y vas entre diciembre y marzo, durante el trayecto incluso podrías ver ballenas jorobadas saltando a lo lejos.
Qué hacer en Playa Escondida
Este no es un sitio para pasar el día ni para poner música. Es un lugar chiquito, silencioso, que se disfruta despacio. Hay quien lleva una toalla y una cámara de fotos; otros solo se tumban en la arena a mirar el cielo circular que cubre la cueva.

También puedes hacer snorkel o kayak cerca, donde el agua es tan clara que los peces parecen moverse en cámara lenta.
En palabras del Fideicomiso de Turismo de Nayarit, este rincón se ha vuelto uno de los más fotografiados del estado, pero lo que no se ve en las fotos es su atmósfera: una mezcla entre calma y asombro que solo se entiende cuando estás ahí.
Es uno de esos lugares donde el tiempo se siente distinto. Llegas, miras alrededor y piensas: ok, esto no se olvida nunca.














