La temporada de Día de Muertos está llegando a su fin y eso significa que pronto habrá que retirar todas las decoraciones inspiradas en esta festividad. Así que si todavía no tienes muy claro qué puedes hacer con aquellos elementos como las flores de cempasúchil que incluiste en tu ofrenda, te compartimos tres sencillas ideas que te sacarán del apuro.
Haz un cuadro para darle color a tu casa
Si eres fan de las manualidades y sientes que a tu hogar le falta un poco de chispa, entonces esta es la mejor opción para ti. Y es que solo con un puñado de flores de cempasúchil podrás tener un adorno personalizado y que luce fabuloso en cualquier habitación.

Lo único que necesitas es un portarretrato con cristal (puede ser nuevo o reutilizado) y una hoja blanca del mismo tamaño. Coloca el papel y ve colocando poco a poco los pétalos siguiendo el patrón que más te guste. Si lo crees necesario, usa pegamento, pero cuidando que no se humedezca ninguna de las partes.
Crea un insecticida natural con flor de cempasúchil
Para quienes tienen problemas de plagas en sus jardines existe una alternativa que ayuda a crear un insecticida sin químicos con flores de cempasúchil. De acuerdo con información de la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural de Oaxaca este método es muy funcional para plantas con enfermedades en las hojas o en la raíz.
Solo se necesita alcohol etílico, agua limpia y la flor de cempasúchil macerada. El procedimiento consiste en mezclar los ingredientes, dejarlos reposar tres días y colar. La aplicación debe ser por las mañanas y usando un rociador que ayude a humedecer todo el perímetro.
Pinta un mantel o playera
En caso de que quieras darle un significado más especial al proceso de reciclaje de las flores de cempasúchil, puedes recurrir a usar los pétalos como pintura natural y darle vida a lindas "obras textiles". Para esto vas a necesitar una toalla, mantel o playera, un plumón negro y un pincel.

Lo siguiente solo será trazar los dibujos que te dicte tu imaginación con el plumón, para después rellenarlos o perfeccionarlos con la pintura, obtenida de mojar las hojas con un poco de agua. Solo ten cuidado al momento de lavarlas para que no se destiñan tan rápido.














