Diciembre es un mes agradable, pero también desafiante cuando se trata de organizar comidas especiales. Entre reuniones, brindis y compromisos que se acumulan, definir qué servir puede transformarse en una fuente de estrés. Si te tocó recibir invitados en casa y quieres quedar bien, conviene recordar que las recetas clásicas suelen ser las que mejor funcionan: sabores familiares, preparaciones probadas y ese toque navideño que nunca falla.
Romeritos con mole
Un clásico navideño mexicano que sorprende aunque parezca sencillo. Los romeritos son una hierba parecida al romero, pero con un sabor más suave y fresco. Primero se limpian bien y se hierven ligeramente para que conserven textura y no se pasen de cocción. Mientras, en otra olla se prepara el mole: puede ser en pasta lista, disuelta y cocida lentamente hasta que espese y se vuelva untuosa.
Se suman papas en cubos, nopales cocidos y tortitas de camarón seco; todo se integra con cuidado. Según Recetas Gratis el resultado es un guiso aromático, lleno de sabor profundo, donde cada bocado combina la frescura de los romeritos con la riqueza del mole y ese toque tradicional que hace que nadie quiera perderse el platillo.

Bacalao a la vizcaína estilo mexicano
Este es un plato que anuncia mesa llena y celebración. Primero hay que desalar el bacalao con tiempo, cambiando el agua varias veces hasta que esté listo. Luego se desmenuza y se saltea suavemente con aceite de oliva, cebolla y ajo, creando la base aromática. Se agrega jitomate triturado, aceitunas, alcaparras, papas cocidas y un toque de chile güero que le da un guiño picante.
Todo se cocina a fuego lento, sin apuros, para que los sabores se mezclen y el pescado absorba cada aroma. Es un plato rendidor, sabroso y reconfortante, perfecto para servir en familia, y si queda para el día siguiente, incluso mejora su sabor.
Tamales rojos
Infaltables en cualquier mesa de fin de año y siempre un motivo de celebración. Directo al Paladar la base es una masa de maíz batida con manteca y caldo hasta lograr una textura esponjosa y suave. El relleno suele ser de cerdo o pollo, bañado en una salsa roja hecha con chiles secos como guajillo y ancho, que le dan color y sabor.
Cada tamal se arma sobre hojas de maíz hidratadas, se envuelve con cariño y se cocina al vapor hasta que estén firmes y jugosos. Requieren tiempo y dedicación, pero la recompensa es enorme: un platillo casero, lleno de tradición y con un sabor que transporta a la esencia misma de la Navidad mexicana.
¿Con qué bebidas se pueden acompañar estas recetas?
Si además no sabes qué darles de beber a tus invitados, puedes tener en cuenta que las bebidas pueden transformar la experiencia gastronómica. Los romeritos con mole, por ejemplo, quedan geniales con un vino tinto afrutado, una cerveza oscura tipo porter o incluso un agua fresca de jamaica, que complementa a la perfección los sabores intensos del mole.

Para el bacalao a la vizcaína, un vino blanco seco o una cerveza clara refrescarán el paladar, mientras que el ponche navideño le aporta ese toque festivo que se busca en estas fechas. Y si los tamales rojos son parte de tu menú, un café de olla o un atole de chocolate serán el acompañante ideal. Así, tus invitados disfrutarán cada plato con la bebida perfecta.
