Tallarse los ojos es un reflejo que todas las personas tenemos, ya sea por picazón, ardor o molestia. Pero los especialistas no están tan de acuerdo con este hábito y esto se debe a varios motivos que pueden dañar la integridad de nuestra vista. ¿Cuáles son los motivos y qué complicaciones puede generar?
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¿Qué causa tallarse los ojos?
De acuerdo a información de “Medline Plus”, esta acción puede desembocar en situaciones peores como, por ejemplo, infecciones, presión ocular, agravar alergias y generar otros problemas relacionados con lo estético. Por su parte, en el portal “Mi ojo seco”, se señalan algunas situaciones que pueden derivar en una alteración visual permanente:
- Queratocono: El frotamiento constante puede adelgazar y deformar la córnea, provocando queratocono, una enfermedad irreversible que afecta la visión y puede requerir cirugía o trasplante de córnea.
- Infecciones oculares: Las manos contienen bacterias y gérmenes que al frotar los ojos se transmiten, aumentando el riesgo de conjuntivitis, orzuelos, queratitis y otras infecciones.
- Lesiones en la córnea: El roce puede causar abrasiones o erosiones corneales, dañando la superficie del ojo y comprometiendo la visión.
- Hemorragias subconjuntivales: La presión ejercida puede romper pequeños vasos sanguíneos en la conjuntiva, generando manchas rojas visibles en el ojo.
- Empeoramiento de enfermedades oculares: En personas con glaucoma, frotarse los ojos puede aumentar la presión intraocular y dañar el nervio óptico; en miopes o con enfermedades de retina, puede elevar el riesgo de desprendimiento de retina.

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¿Cómo limpiarse los ojos de forma correcta?
Es indispensable realizar este acto de manera cuidadosa para no generar complicaciones futuras.
1. Lávate bien las manos con jabón neutro y sin perfume antes de tocar los ojos.
2. Usa productos adecuados, preferiblemente suero fisiológico estéril o colirios específicos para higiene ocular.
3. Utiliza gasas estériles o discos de algodón, uno para cada ojo, para evitar infecciones cruzadas.
4. Limpia suavemente desde el lagrimal hacia el exterior del ojo, sin frotar ni apretar, para eliminar restos de partículas.
5. En casos de irritación, alergias o conjuntivitis, se recomienda hacer una limpieza más frecuente y cuidadosa, usando toallitas oftalmológicas o gasas.