Hay personas que nacen para estar frente a las cámaras, pero Rocío Sánchez Azuara no lo tenía tan claro al principio. Antes de ser esa figura firme que vemos en Acércate a Rocío, su vida pasó por varios giros inesperados: desde dar clases hasta servir café en un avión.
¿Cuál es la historia de Rocío Sánchez Azuara?
Nació un 27 de junio de 1963 en Tamazunchale, San Luis Potosí. Desde muy joven, tenía claro que quería superarse, así que a los 15 años se fue a Tampico a estudiar en la Escuela Normal Superior.
Ahí terminó la licenciatura como maestra. Su camino parecía ir directo a las aulas, pero el destino tenía otros planes.
Ya instalada en la Ciudad de México (CDMX), trabajó en un banco, subió de puesto rapidísimo y luego entró a una aerolínea como sobrecargo. Ahí duró casi cinco años, volando por todos lados… hasta que la empresa quebró justo cuando estaba por tener a su hija Daniela.
Fue un momento complicado: embarazo, desempleo y problemas de salud incluidos. Pero Rocío encontró la forma de salir adelante.
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¿Qué estudió Rocío Sánchez Azuara y por qué casi nadie lo sabe?
Rocío tiene licenciatura en Educación, la cual estudió en Tamaulipas.
Y aunque no ejerció como maestra durante mucho tiempo, esa formación le dio muchas de las herramientas que hoy vemos en pantalla: carácter, empatía y una manera clara de comunicarse con todos.
Después de cerrar su etapa en la aviación, empezó a trabajar en una televisora local en Veracruz. Y desde ahí comenzó a escribir otra historia: la de una mujer que aprendió a hablarle al país entero.
¿Cómo llegó Rocío Sánchez Azuara a la televisión nacional?
Su primer paso fuerte fue en el noticiero Ciudad Desnuda, pero el gran salto vino con Cosas de la Vida. El formato era nuevo, muy emocional… Fue ahí donde muchos la conocieron y donde se ganó el cariño de una audiencia que todavía hoy la sigue.
Hoy, con Acércate a Rocío, sigue haciendo lo mismo: escuchar a quien nadie quiere escuchar, mediar donde hay dolor y acompañar con respeto.
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Y tal vez por eso, más allá del espectáculo, Rocío Sánchez Azuara se ha convertido en una figura cercana, fuerte y humana. Porque detrás del micrófono y los tacones, hay una mujer que ha vivido, y ha sabido salir adelante.
