Aunque oficialmente se eliminó el cambio de horario de verano en México, ciertas entidades dentro de la República, sí tendrán un ajuste en sus relojes.
Esta situación ha generado un escenario lleno de dudas entre los mexicanos, donde algunos lugares siguen adelantando o atrasando sus relojes, mientras que el resto del país se mantiene con un horario estable todo el año. Por lo anterior, te presentaremos en qué partes del país sí deben hacer el cambio de hora.
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¿Cuándo se debe cambiar el horario de verano?
El horario de verano del año 2023 abarcará un período extenso de 8 meses. Comenzando el 12 de marzo, esta medida perdurará y se tendrá que hacer un nuevo cambio hasta el domingo 5 de noviembre.
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¿Se adelanta o se atrasa la hora en el horario de invierno?
Durante el horario de invierno en México, se atrasa una hora. Es decir que, si tu reloj marca las 8:00 p.m., el próximo 5 de noviembre del año en curso, tendrás que atrasarlo a las 7:00 p.m. Por lo general el cambio se hace de manera automática.
Municipios y estados en los que sí habrá cambio de horario este 2023
Según lo establecido por el Diario Oficial de la Federación (DOF) y el Centro Nacional de Metrología, en todo México se mantendrá un horario estándar a excepción de ciertos estados y municipios ubicados en la frontera norte, quienes podrán conservar el horario de verano por razones estratégicas.
Para este 2023, los estados y ciudades de México que deberán realizar el cambio de horario son los siguientes:
- Tijuana
- Mexicali
- Ensenada
- Chihuahua
- Juárez
- Coahuila
- Guerrero
- Nuevo León
- Tamaulipas
- Nuevo Laredo
- Reynosa
- Matamoros
¿Por qué se eliminó el cambio de horario de verano?
Cabe recodar que el pasado 30 de octubre de 2022, se tomó la decisión de eliminar el horario de verano en México debido a diversos argumentos. En primer lugar, se consideró que el cambio de horario generaba un costo económico tanto para las empresas, que debían ajustar sus operaciones, como para los ciudadanos, quienes tenían que modificar sus hábitos diarios.
Además, se identificó que el cambio de horario tenía un impacto negativo en la salud de las personas. Este provocaba trastornos del sueño y problemas de salud mental.
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Por último, se concluyó que el horario de verano no tenía un impacto significativo en el ahorro de energía, lo cual era uno de los motivos originales para su implementación.
