La violencia es un problema social, manifestado a lo largo de la historia de la humanidad, ha tomado tal frecuencia que se ha convertido en algo cotidiano, visto como algo “natural”. No obstante, la normalización de la violencia en sus diversas formas, afecta tanto física, emocional, social y económicamente a todas las personas de una sociedad, convirtiéndose en un grave problema de salud pública que requiere de atención y medidas de prevención.
Lo Que Callamos Las Mujeres | Capítulo | Mariana: Ya no soy tuya
La violencia siempre se distingue por el abuso del poder, además, la que está motivada por razones de género aprovecha una estructura en donde se supedita al hombre por encima de la mujer. Con este último tipo de violencia se busca controlar a la mujer, considerándola inferior, frágil o débil; provocándole daños en diversos ámbitos de la vida.
Organismos internacionales y sociedad civil alrededor del mundo han realizado esfuerzos importantes para alcanzar el reconocimiento de los derechos humanos, independientemente de la sociedad que se trate. El objetivo versa en establecer mecanismos o estrategias para garantizar que en las sociedades existan espacios libres de violencia, especialmente para aquellos sectores históricamente desfavorecidos, como pueden ser: mujeres, infantes, personas con discapacidad, población indígena, personas de la comunidad LGBTTTIQ+, etc.
Papel de los estereotipos, roles y sesgos inconscientes en la violencia
Al estar tan arraigada y normalizada en la sociedad, la violencia se reproduce debido a factores familiares, sociales, culturales y económicos. Los medios de comunicación también juegan un papel importante en la reproducción y reforzamiento de violencias enmarcadas bajo estereotipos, mitos, costumbres, roles de género y micromachismos; fatores como los descritos anteriormente, perpetúan situaciones de violencia hacia diversos sectores poblacionales.
Estas influencias propician que las manifestaciones sean diversas, cotidianas y que, en muchas ocasiones, se justifique a la violencia como parte habitual de los usos y costumbres de una sociedad.
Cuando reunimos todas estas nociones e ideas erróneas, los diversos tipos de violencia empiezan a formar parte del tejido social y se diseminan en múltiples espacios y entornos; como en la familia.
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Factores que propician la violencia familiar
Si hablamos de un origen en la violencia familiar, es necesario hablar sobre el patriarcado, un sistema de dominación y subordinación en donde el hombre se encuentra, en múltiples aspectos y rubros, por encima de la mujer. Desafortunadamente, hoy en día sigue siendo un modelo que genera poder y desigualdad en múltiples espacios, lo anterior, debido a que se permea en diversos ámbitos como el cultural, político, social y económico. La familia, puede ser un espacio en donde la violencia se pueda encontrar comúnmente. De hecho, existen datos que afirman que es más probable que una persona pueda ser agredida por algún familiar o en su casa, con relación a otros sitios y otras personas.
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¿Cómo prevenir la violencia familiar?
La prevención tiene tres niveles básicos: primario, secundario y terciario:
• Prevención primaria: se desarrolla a través de la coordinación entre los sectores educativos, de salud y comunitarios. Además, se fortalece el reconocimiento de la violencia como problema social, promoviendo la autoestima y las relaciones sociales libres de violencia. Sin este tipo de medidas, las conductas violentas se perpetúan y mantienen.
• Prevención secundaria: apunta a detener la violencia tan pronto como es identificada en los servicios de salud u otras instancias, previniendo que se repita en personas que han sido afectadas anteriormente, o en otras.
Está a cargo de la mayoría de los servicios existentes tanto en el sector público, como en el privado. Por ende, requiere de una efectiva coordinación interinstitucional a fin de proteger a las víctimas de la violencia y a sus descendencia.
• Prevención terciaria: trata de reducir el daño a las personas afectadas a través de intervenciones de apoyo, enfrentando secuelas físicas y psicológicas. Incluye consejería, atención individual de diversos tipos, como el cuidado médico especializado y grupos de apoyo.
