En la ardua tarea de cuidar a nuestros pequeños, la higiene diaria se ha convertido en una práctica común. Sin embargo, según especialistas de la Universidad de Harvard, bañar a los niños y niñas todos los días podría no ser la mejor opción para su salud.
¿Por qué los niños no deben bañarse todos los días?
La piel de los niños es más delicada y susceptible a irritaciones en comparación con la de los adultos. La Universidad de Harvard advierte que bañar a los menores diariamente puede desencadenar problemas como piel seca e irritación. Esto se debe a que la piel cuenta con aceites protectores naturales y bacterias que cumplen una función crucial en el mantenimiento de la salud cutánea.
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Otro aspecto a tener en cuenta es la flora bacteriana natural de la piel de los niños. Esta flora desempeña un papel crucial en la protección contra infecciones. El baño diario puede eliminar esta barrera natural, aumentando el riesgo de infecciones y afectando la salud cutánea de los pequeños.
Además, el sistema inmunitario de los niños necesita ser desafiado para desarrollarse correctamente. La exposición diaria al agua y al jabón puede dificultar este proceso, ya que dicha red de células, tejidos y órganos, aprende a combatir bacterias mediante la exposición a ellas. Un baño excesivo puede reducir la exposición a estas bacterias y obstaculizar el desarrollo del sistema.
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¿Cada cuánto bañar a los más infantes?
Según los especialistas, para muchos niños, bastaría con bañarlos una o dos veces por semana. Se sugiere que, entre los baños, se realice una limpieza rápida con un paño húmedo en áreas específicas como la cara, la ingle y las zonas propensas a ensuciarse. Esta práctica no solo preserva la salud de la piel sino que también permite un desarrollo inmunológico adecuado.