Rosy asegura que Joana siempre hace lo que quiere y tiene bien medido a Arturo, esposo de Rosy. Rosy tuvo que aceptar que su marido le regalara dinero a Joana para su boda sin decir nada. Rosy está muy molesta, pues su hijastra nunca consideró que su padre le quitó a sus hijos para darle a ella.