En Survivor México nunca se sabe quién será el siguiente en mover el tablero. Esta vez, el que trae algo entre manos es Kenta, quien parece estar cocinando una estrategia que podría fracturar las alianzas más fuertes de la tribu verde.
Todo surgió a partir de una conversación con Aranza, que —sin saberlo— podría convertirse en la chispa que encienda el caos.
¿Qué le dijo Aranza a Kenta y por qué lo cambió todo?
Durante una charla aparentemente inofensiva, Aranza le confesó a Kenta que algunos compañeros estaban considerando enviarlo directo al Exilio. No fue una advertencia, fue una revelación. Y Kenta no lo tomó como un simple comentario: lo archivó como una pista clave.
Ahora, con esa información en la bolsa, planea una jugada que, según él, es “para que no confíe tanto”. La frase, lanzada con mirada calculadora, deja entrever que lo que viene no será un simple contraataque, sino un movimiento pensado para sacudir la estabilidad interna de su equipo.
Kenta sabe que en Survivor no gana quien es más fuerte, sino quien sabe cuándo hablar… y cuándo usar el silencio como arma.
¿Cuál es la estrategia de Kenta y a quién podría afectar?
Aunque aún no ha revelado todos los detalles, lo claro es que Kenta usará esa información como moneda de cambio. Podría ventilarla en el momento preciso, generar dudas, sembrar desconfianza o incluso hacer creer que hay una traición en curso.
Quienes han intentado jugar con dos bandos podrían verse expuestos. Las alianzas que parecían firmes podrían resquebrajarse si Kenta decide actuar con precisión quirúrgica.
Y todo dependerá de en qué momento lo haga: antes de una prueba clave, en medio de una votación o incluso justo antes de un Exilio. La duda ya está sembrada.
¿Cómo reacciona la tribu verde ante los nuevos movimientos?
El ambiente está más tenso que nunca. Según la cuenta oficial de @survivormx, los ánimos se han encendido prueba tras prueba, y la energía dentro de la tribu verde está al límite. Cualquier comentario, cualquier gesto, puede ser interpretado como una traición.
Kenta, por su parte, ha decidido no quedarse como espectador. Tiene la jugada, tiene la oportunidad… y está esperando el momento perfecto para lanzar la bomba.