La pediatra Pamela Saviñón explica que el primer contacto del bebé recién nacido con mamá justo después del nacimiento es muy importante, pues la llamada ‘Hora de Oro’ propicia el apego materno.
Durante las primeras 24 horas de vida del bebé es recomendable que exista un contacto de piel a piel con mamá, sin importar si el alumbramiento fue por parto natural o por cesárea.
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¿Cuáles son los beneficios del contacto piel a piel?
Al abrazar a tu bebé piel a piel, el pequeño ‘regresa’ a mamá, pues escucha tu corazón y tu respiración mismos que conoce desde hace nueve meses.
Reconocer fuera del vientre a mamá le permitirá relajarse, y la frecuencia cardiaca de mamá y bebé se sincronizará como una sola, tal y como ocurrió durante el embarazo.
Pamela Saviñón explica que el apego con mamá aumenta las posibilidades de una lactancia exitosa y reduce los riesgos de depresión post-parto.
¿Cómo propiciar ‘La Hora de Oro’ en caso de hospitalización?
Si mamá debe quedarse hospitalizada, Pamela Saviñón recomienda la técnica de ‘Papá Canguro’, que consiste en abrazar al recién nacido piel a piel.
Aunque no se tendrán los beneficios de la lactancia, sí la contención que necesita el bebé fuera del vientre materno.
En caso de que el bebé sea el que deba quedarse hospitalizado, debes aprovechar al máximo cada visita para abrazarlo, amamantarlo y sincronizar su respiración y latidos contigo.
La naturaleza es tan sabia que ofrece todas las condiciones necesarias para que un bebé se desarrolle en las mejores condiciones posibles al lado de su madre, concluye la pediatra.
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