Un grupo de oficiales de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) detuvieron a 23 pescadores mexicanos en Texas, luego de sorprenderlos en una práctica ilegal en la costa. Los acusados, que fueron capturados a bordo de cinco lanchas en aguas federales del Golfo de México, transportaban 900 libras de pargo rojo y tiburón, dos especies protegidas en esa área.
La operación fue llevada a cabo cerca de la costa sur de Texas y los pescadores fueron trasladados a tierra firme para ser entregados a Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Las lanchas incautadas eran pequeñas embarcaciones utilizadas a menudo en actividades ilegales, como la pesca furtiva y el tráfico de drogas.
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La lucha contra la pesca ilegal en Texas
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en Texas y en el Golfo de México tiene consecuencias ambientales y económicas severas. Según la USCG, el pargo rojo es una de las especies más afectadas, con varias incautaciones en los últimos meses.
Esta especie, que habita en el fondo del mar, se encuentra en peligro debido a su sobrepesca en la región. Los adultos suelen pesar entre 2 y 4 libras (entre 0.9 y 1.8 kilos), aunque pueden llegar a alcanzar las 50 libras (22 kilos).
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El pargo rojo hembra suelta sus huevos entre los meses de junio y septiembre, lo que deja especialmente vulnerable a la especia durante esta época. Las autoridades de pesca y los equipos de vigilancia intensificaron desde hace tiempo sus esfuerzos para a proteger estas criaturas de la pesca ilegal como la que llevaban a cabo los 23 mexicanos arrestados.
México, EU y un acuerdo internacional para combatir la pesca ilegal
Este arresto no es un caso aislado. En respuesta a años de tensiones con EU por la pesca furtiva en el sur de Texas, México se adhirió en el 2023 al Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto, un tratado internacional que busca combatir la pesca ilegal.
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Según Oceana, esta actividad representa hasta el 40% de las capturas en México, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema. Las autoridades de ambos países trabajan en conjunto para arrestar a todos aquellos pescadores que quieran sacar especies en peligro del agua.
