La entrada en vigor de la ley que prohíbe las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en Texas generó una gran cantidad de despidos en el Sistema de la Universidad estatal, ubicada en Austin. Este polémico cambio legislativo afectó principalmente a mujeres y personas afroamericanas, lo que derivó en un intenso debate sobre estas políticas.
Las iniciativas DEI, que brindaban recursos adicionales a estudiantes afrodescendientes, hispanos, LGBT y otras minorías, fueron eliminadas por considerarse, según los legisladores, como una imposición ideológica que privilegiaba la raza sobre el mérito. Sin embargo, la prohibición de estos programas tuvo un impacto tangible y directo en la vida de los empleados dedicados a esta labor.
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Consecuencias directas para los empleados por esta prohibición en Texas
Según documentos obtenidos por The Dallas Morning News, 69 empleados, en su mayoría mujeres y afroamericanos, fueron despedidos en instituciones del Sistema UT debido a la nueva ley. Esta cifra forma parte de un total de 311 puestos eliminados en la red universitaria.
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La presidenta de la National Association of Diversity Officers in Higher Education, Paulette Granberry Russell, explicó que la alta representación de personas afrodescendientes en roles DEI no es casual. Muchos de estos profesionales tienen un interés personal y profundo en la equidad racial y social, a raíz de sus propias experiencias y las de sus comunidades.
Una encuesta del 2023 de la asociación mostró que el 51% de los directores de diversidad son afroamericanos, el 11% hispanos, el 7% asiáticos y solo el 8% blancos. Algo que refleja la gran brecha entre sectores sociales.
Retroceso en los esfuerzos de inclusión de Texas
El impacto de la ley no se limita a la pérdida de empleos, sino que también afecta los esfuerzos por crear un entorno académico más inclusivo. Los programas DEI fueron clave en el apoyo de estudiantes de grupos subrepresentados, al ofrecer mentoría, recursos adicionales y un sentido de pertenencia en instituciones donde históricamente fueron marginados.
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La falta de comentarios por parte de los funcionarios del Sistema UT y la naturaleza abrupta de los despidos generan gran preocupación entre los defensores de la diversidad. Este movimiento legislativo, aunque respaldado por algunos como una vuelta a los principios de mérito, es visto por otros como un retroceso significativo en los avances hacia la equidad en la educación superior.
