Un impactante caso que involucra a inmigrantes indocumentados en California saltó a la luz luego de que Darwin Jeovany Palma Pastrana, un hondureño que vive ilegalmente en Nuevo México, fuera acusado de conspirar para secuestrar a un hombre guatemalteco. Según el Departamento de Justicia de EU, el sospechoso y otros cómplices se dedicaban a realizar estas prácticas con aquellos que cruzaban la frontera sin papeles.
Los migrantes eran privados de sus teléfonos móviles al llegar al territorio estadounidense, lo que les impedía comunicarse libremente con sus familias y seres queridos. En un incidente reciente, Palma y su cómplice, Eduar Isrrael Sauceda Nuñez, retuvieron al inmigrante oriundo de Guatemala y exigieron 1,500 dólares a su familia como rescate.
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La reunión fallida en California y la intervención de las autoridades
El lunes 1 de abril, Sauceda organizó una reunión en un estacionamiento de Jack in the Box en Norwalk, California, con el fin de que la familia del secuestrado pagara el rescate. Sin embargo, el plan no salió como esperaban. El criminal retuvo a la víctima en su auto e insinuó que sería asesinado si no se pagaba el monto exigido.
Tras este ultimátum, regresó al estacionamiento a la espera de recibir el dinero, pero no sabía que agentes de las fuerzas de seguridad públicas lo estaban esperando para arrestarlo. En su coche, las autoridades encontraron 9,290 dólares en efectivo y registros de transferencias de dinero a personas fuera de los Estados Unidos.
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A pesar del arresto, Palma, su cómplice, continuó amenazando a la familia de la víctima mediante mensajes intimidantes de WhatsApp. Pese a ya no contar con el apoyo de su compañero, su objetivo era igualmente recibir el dinero pautado.
Operaciones en California y otros estados
Según trascendió, Palma y Sauceda operaban en varias casas de seguridad en las que mantenían cautivos a otros inmigrantes. En mayo, las autoridades encontraron a 57 migrantes en uno de estos sitios en Albuquerque, Nuevo México.
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Además de California, los criminales se manejaban en otros estados con gran presencia migrante, como Texas y Arizona. Ambos enfrentan ahora múltiples cargos, incluidos secuestro y extorsión, y podrían recibir cadena perpetua si son declarados culpables.
