Algunos estados de Estados Unidos están en alerta debido al aumento de casos de caquexia crónica o mejor conocida como la “enfermedad del ciervo zombie”, que afecta a ciervos, alces, renos y ciervos sika, y que se ha encontrado no solo en algunas zonas de América del Norte, sino también en Noruega y Corea del Sur.
La caquexia crónica puede afectar a animales de todas las edades y algunos infectados pueden morir sin desarrollar nunca la enfermedad. Siempre es mortal para los animales y no existen tratamientos ni vacunas que puedan evitar ese final, explica los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
En Estados Unidos, la “enfermedad del ciervo zombie” ya se detecta en 33 estados, en ciervos criados en libertad y/o en instalaciones comerciales de ciervos cautivos. La mayoría de los casos están en los estados del centro y del norte del país, entre los que están Texas, Illinois, Montana, Wyoming, Colorado, Nebraska, las Dakota, Kansas, Idaho y Iowa.
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Indiana es el estado número 33 y el último en informar su primer caso de la enfermedad el pasado 5 de abril, según reportó el Departamento de Recursos Naturales del estado.
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La transmisión de la “enfermedad del ciervo zombie”
Los CDC explican que aunque hasta la fecha no se han notificado casos de infección por caquexia crónica en personas, algunos estudios en animales sugieren que la “enfermedad del ciervo zombie” representa un riesgo para ciertos tipos de primates no humanos, como los monos, que comen carne de animales infectados con caquexia crónica o entran en contacto con cerebros o fluidos corporales de ciervos o alces infectados.
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Estos estudios plantean la preocupación de que también pueda haber un riesgo para las personas. Desde 1997, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado que es importante evitar que los animales que sean potenciales portadores de las enfermedades priónicas conocidas entren en la cadena alimentaria humana.
