El sur del estado de Texas vive una crisis hídrica debido a una escasez de agua en el Valle del Río Grande, fronterizo con México, lo que ha hecho que el condado de Hidalgo declare y extienda un estado de desastre para poder afrontar la situación.
El juez del condado de Hidalgo, Richard Cortez, emitió hace una semana una declaración de desastre debido al “período prolongado de condiciones excepcionales de sequía”, según la orden de una página. Esta situación, que ha sido calificada como “una amenaza de desastre inminente” se debe a la falta de lluvias en la región y se exacerba por los bajos pagos de agua al Río Grande desde México.
Esta semana los comisionados del condado votaron por unanimidad para extender indefinidamente la orden del juez Cortez.
Nuevo Bochil sin agua potable desde hace 28 años
Un tratado internacional del agua de 1944 obliga a México a pagar a Estados Unidos por el agua durante cada ciclo hídrico de cinco años. Sin embargo, cuatro años después del ciclo actual, México apenas ha pagado el equivalente a un año de agua a Estados Unidos, según datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, que supervisa el Río Grande, y que cita el medio Border Report.
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Consecuencias de la escasez de agua en el sur de Texas
La crisis hídrica ya está creando problemas a las industrias y a la población del sur de Texas. Uno de esos casos fue el de un ingenio azucarero de 51 años que cerró en el extremo oriental del condado de Hidalgo en febrero por la falta de agua. Más de 500 personas perdieron sus empleos.
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Y la ciudad fronteriza de Mission está considerando suspender la emisión de permisos de construcción para nuevas subdivisiones grandes debido a la escasez de agua.
El condado ya trabaja con una consultora especialista en temas ambientales para crear un plan que no solo aborde las preocupaciones inmediatas de la falta de recursos, sino que también siente las bases para la sostenibilidad del agua a largo plazo.
